• 27/03/2023 00:00

Perspectiva e incidencia de la educación panameña

“[...] es necesario fomentar la investigación, algo muy fundamental en la educación moderna. Las investigaciones han contribuido en la adquisición de nuevos conocimientos en los campos de carácter humanístico y científico”

Una de las definiciones de la palabra “educación” la ofrece el educador español Rufino Blanco: “Educación es evolución, racionalmente conducida, de las facultades específicas del hombre para su perfección y para la formación del carácter, preparándole para la vida intelectual y social, a fin de conseguir la mayor felicidad posible”.

Poniendo en perspectiva la realidad de nuestra educación panameña de acuerdo con la definición de Blanco, tenemos que tomar en cuenta varios aspectos de la realidad educativa que en su proceso se encuentra con múltiples adversidades para formar, educar, transformar, y preparar “la vida intelectual y social” del individuo. La realidad de nuestra educación actual requiere de una atención integral para ofrecer una educación de calidad a toda la población. Para que la misma sea próspera, como todos deseamos, que sea útil al individuo, todos deben contribuir, es necesario crear espacios adecuados en las escuelas con todas las facilidades educativas que se requieren para que los estudiantes desarrollen su máximo desarrollo cognitivo.

Actualmente, la educación presenta grandes desafíos que requieren de la participación no solo de los docentes, sino también de los acudientes para elevar hacia niveles deseados, sin dejar de lado el papel del Gobierno mediante el Ministerio de Educación, como máxima instancia que organiza la educación del país. Precisamente, una de sus múltiples funciones es velar por la buena infraestructura de los centros educativos que ha representado el talón de Aquiles en los diferentes Gobiernos. Esto conlleva al Meduca a hacer una verdadera inversión para implementar programas tendientes al desarrollo pleno del individuo como parte de la sociedad. Si carecemos de buena infraestructura y los medios adecuados es difícil crear un ambiente propicio para contribuir al desarrollo integral del individuo. En ese sentido, recientemente la Asociación de Profesores de la República de Panamá (Asoprof) emitió un comunicado abierto al presidente de la República y a la ministra de Educación manifestando su preocupación sobre los proyectos que están paralizados a nivel nacional. El comunicado detalla más de cuarenta centros educativos que no se han podido terminar, y exige “transparencia e información veraz sobre los proyectos paralizados en el resto del país”.

Esta situación, aunado a los efectos adversos producidos por la pandemia, que obligó a que la educación fuera virtual, ha afectado a los estudiantes, ya que no todos tuvieron acceso a la educación por falta de dispositivos, y de buena cobertura no solo en escuelas distantes, sino también en la misma ciudad capital. Como consecuencia de estos factores desfavorables, miles de estudiantes se vieron obligados a salir del sistema educativo. Esto ha incidido negativamente en la educación de la juventud, en el entorno social de las familias, en su desintegración que ha afectado directamente a la juventud y en su comportamiento. La deserción escolar ha incrementado y sus resultados indudablemente son negativos. Los números no son favorables como consecuencia de esta situación, y así también lo ha determinado el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). Esta organización ha manifestado su preocupación en cuanto a los niños que no llegan a ingresar a las aulas educativas por diferentes motivos. También señala que “en el preescolar cuatro de cada diez niños no acceden y en el nivel premedia tres de cada cinco tampoco”. Por eso, se ha trazado un plan estratégico que se denominó Programa País 2021-2025, que tiene un enfoque con miras a fortalecer los primeros años de estudio como base fundamental de la educación.

Esta tarea es prioritaria para obtener resultados positivos en el futuro. Estoy seguro de que Panamá posee los recursos necesarios para implementar programas de carácter educativo para mejorar la calidad de la educación, pero muchas veces por falta de voluntad no se trabaja en esa dirección. Mientras tanto, en la medida en que los estudiantes avancen en su formación intelectual a través de las diferentes etapas en que se divide la educación panameña, definitivamente incidirá positivamente en el comportamiento y educación del futuro profesional. A pesar de las situaciones adversas, los docentes siempre han estado a la vanguardia para ofrecer sus mejores esfuerzos en bien de la educación de la niñez panameña. El docente ofrecerá su vocación, compromiso, confianza, y siempre estará al servicio de la educación para ofrecer una educación de calidad.

Actualmente, es necesario fomentar la investigación, algo muy fundamental en la educación moderna. Las investigaciones han contribuido en la adquisición de nuevos conocimientos en los campos de carácter humanístico y científico.

Las autoras del libro Educación hoy: ¿formación o deformación?, Dennis Cardoze y Ana Roca, señalan muy puntualmente sobre la importancia y papel preponderante de la escuela y familia lo siguiente: “El niño debe encontrar en la escuela un centro de formación del cuerpo y del espíritu, donde las condiciones todas estén en función de su mejor desarrollo, adaptado a sus necesidades físicas, emocionales y cognoscitivas. La escuela complementa de esa forma la labor educativa del hogar, pero éste, a su vez, debe ayudar a aquella en sus objetivos”.

Docente, investigador y ensayista, Escuela Francisco de Miranda.
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