• 31/03/2023 00:00

Torpedeando la investigación Remón (1955) (II)

“Los panameños deberían reabrir y resolver ese horrendo crimen. “Ni millones ni limosnas, queremos justicia”.”

Todo esto empezaba a emitir el típico fétido aroma de conspiración, al igual que a los autores intelectuales les sobraban los millones. Más fácil aún cuando a escasos días de ser JRG removido mi némesis, Toto Remón, es nombrado ministro de Gobierno. Aunado a eso es también beneficiado de un generoso préstamo gubernamental de $450 mil, el cual no contaba con el más mínimo análisis financiero. JRG, siendo presidente, se había opuesto a ambas acciones y ese fue su beso de la muerte junto al “show” judicial que le montaron.

El antes segundo vicepresidente, Ricardo “Dicky” Arias Espinosa pasa a presidente y extrañamente no mueve un dedo para resolver un asunto que exuda embuste. Aunado a eso, la ahora viuda y heredera tampoco mostró señales de perseguir la verdad. Desconozco si es cierto o no que Remón estaba tramitando su divorcio, pero sí sé que el hado la salvó de la indigencia el resto de su vida. Lo que más me alucina es que estas cuatro poderosas personas (Dicky, Toto, la viuda y el comandante Lilo Vallarino) no mostraron interés alguno en resolver el alud de enigmas detrás del asesinato.

Remón pisó muchos callos del patriciado local durante su presidencia. Entre algunas de las imposiciones destinadas a ellos estaba que todos los ciudadanos por igual están obligados a pagar impuestos (ejemplo: paz y salvo). Eso de que estaban por encima de la ley fiscal se había acabado. Por ende, este gravamen fiscal erosionaba dramáticamente el abultado patrimonio de los afluentes. Otros beneficiados de su muerte eran los narcotraficantes locales, entre estos oficiales en la comandancia y muchos de sus altos perfiles.

De la avenida B me viene a la mente el #3, el SOB de Teófilo Meléndez. Le sospecho de matar a Danilo Sousa Moreira mientras era transportado en su patrulla #24 con una herida de bala. ¡El exmedallista llegó al Santo Tomas con tres! El día siguiente el patrulla fue visto en la chapistería de Heurtematte & Arias con dos agujeros dignos de una incisiva calibre 45; solo la Guardia Nacional portaba esas.

En fin, a los investigadores foráneos nos torpedearon 24/7 cuando solo queríamos ayudar a nuestros anfitriones. En mi caso, yo vine directo en primera vía Braniff desde La Habana. Dos días después soy deportado a Caracas en gallinero en el primer vuelo disponible a las 3:00 a. m. Seis semanas después, JRG y Rubén Miró fueron encontrados culpables y sentenciados a seis años en el presidio. Panamá ya no tiene aquel millón de habitantes de entonces y un presupuesto nacional de no más de $100 millones.

Las cosas han cambiado; ahora tiene 4 millones de habitantes y un presupuesto de $24 billones. Lo que sí no ha cambiado es su mal intencionado e inoperante Ministerio Público, junto a una Asamblea Nacional que continúa siendo un quilombo (para no decir “bordello”). Afortunados los perpetradores que el FBI denegó la invitación de Guizado debido a política interna gringa. Esos colegas míos no hubieran permitido tanto sabotaje por parte del ministro Alejandro “Toto” Remón. ¿Caín 2.0? Los panameños deberían reabrir y resolver ese horrendo crimen. “Ni millones ni limosnas, queremos justicia”.

Ingeniero en sistemas y telecomunicaciones.
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