5 de Noviembre: auténtico valor autonomista

No cabe duda de que en Colón se suscitaron incidentes que determinaron la suerte de la gesta de noviembre de 1903. Un solo error de los colonenses, una sola actitud contraria al deseo de secesión, conduciría al fracaso el proyecto, poniendo en peligro a los hombres de la capital, que hubieran sido declarados traidores, y posiblemente condenados a la muerte.

Interesa preguntar: ¿cómo se incorporó Colón a la lucha del 3 de Noviembre?, ¿cuál fue la conducta asumida por los colonenses?, ¿por qué los acontecimientos finales se dieron en Colón?

Debemos señalar que desde la ciudad de Panamá se había organizado el movimiento cismático. La participación de Colón, terminal del Ferrocarril en el Atlántico, era sumamente importante. Aquí tenían los norteamericanos importantes intereses. Es de esta manera como José A. Arango, se entiende con Porfirio Meléndez, amigo íntimo suyo y quien residía en Colón, quien forma una Junta Revolucionaria Colonense, asumiendo la dirección de la misma e integra a esta a los señores: Orondaste L. Martínez, Carlos Clement y Juan Antonio Henríquez. A su vez, adiciona hombres de su confianza: José Lefevre, Rafael Neira, Luis Estenoz, Generoso de Obaldía, Alejandro Ortiz y al jefe de la Policía, Erasmo Méndez.

El rompimiento estaba programado para el 28 de Noviembre de 1903, sin embargo, una serie de acontecimientos cambió bruscamente lo previsto, pues la llegada de fuerzas colombianas obligó a adelantar el acto de quiebra con Colombia. El 2 de Noviembre llegó el barco de EE. UU., el “Nasville”, a la bahía de Limón, el 3 de Noviembre en la madrugada, llegan, con el Batallón Tiradores, los generales Ramón Amaya y Juan Tovar a hacerse cargo del Gobierno civil y militar. Abortada su intención por las acciones de los jefes de la compañía del Ferrocarril, son apresados en Panamá, quedando, en Colón, el coronel Eliseo Torres al mando del Batallón Tiradores. A las 5:00 p. m., José Agustín Arango, Tomás Arias y Federico Boyd anunciaron públicamente el nacimiento de una nueva realidad para los istmeños.

No obstante, en este lugar del país, estaban las fuerzas colombianas, las cuales pusieron la situación en tensión. Afirma Max Salabarría que: “Es ilógico pensar que la separación de Colombia estaba lograda el 3 de Noviembre de 1903, cuando parte vital del territorio ístmico todavía estaba en manos del Gobierno colombiano… En Colón, por tanto, el problema continuó durante el 4 y parte del 5 de Noviembre...”.

En efecto, aquí hubo una actitud desafiante del coronel colombiano Eliseo Torres, quien amenazó con atacar los depósitos del ferrocarril y tomarse los trenes para viajar a la ciudad de Panamá.

A partir de ese momento, en Colón se desarrollaron estrategias que condujeron a establecer negociaciones con el jefe del Batallón Tiradores. Ya antes, el 3 de Noviembre, el barco de guerra colombiano “Bogotá” realizó unos disparos sobre la ciudad de Panamá; el 4 de Noviembre, la Junta Revolucionaria instruyó a Carlos Clement y a los dirigentes en Colón sobre hacer todo lo posible para contrarrestar cualquier actitud del coronel Eliseo Torres contra Panamá.

La posición colombiana fue adversa a los intereses de la nación panameña. Por supuesto que cercenar su territorio con la amputación del istmo era un duro golpe a su condición soberana como Estado.

Mientras transcurrían los acontecimientos, Torres actuaba, a través de Carlos Clement de la Junta Revolucionaria en Colón, envió notas a los generales Tovar y Amaya, presos en Panamá. Igual hizo un grupo distinguido de damas colonenses, el 4 de Noviembre: Emilia Tarrington, María Lapeira, Rachel Henríquez, Geraldine Simon, Adela Young, Rachel Alberger, Ethel De León, Maru Gram, Esther Maduro, María Martínez y Eusebia Amador.

La respuesta de Tovar y Amaya, dada el 5 de Noviembre, fue de desánimo, pues estaban imposibilitados.

Afirma Ernesto Castillero que: “Un inesperado suceso, para él y de graves consecuencias, fue la fuga del crucero “Cartagena” hacia el Puerto de Barranquilla que lo dejó aislado en tierra enemiga, sin ningún apoyo de sus connacionales”.

Así, con las condiciones desfavorables para el coronel colombiano, José Agustín Arango dio orden a Porfirio Meléndez en los términos que anunciara la República tan pronto saliera Eliseo Torres de Colón.

Y dice Bonifacio Pereira que: “Eran las 7:30 de la noche del día 5 de Noviembre cuando el Batallón Tiradores, embarcado en el Vapor Orinoco, abandonó las playas istmeñas”.

Colón, jugó un papel estelar en el proyecto de integrar el Estado panameño. Las últimas y decisivas acciones se dieron aquí. Esa participación para finiquitar la relación colombo-panameña en 1903, tuvo a Colón como escenario. De allí la necesaria correspondencia con una región que actuó en favor de la causa panameña.