• 15/03/2024 00:00

A ciegas en la era de la información

La escasez y el retraso en la publicación de los datos en Panamá es un mal síntoma que también tiene el potencial de debilitar la credibilidad de nuestras instituciones a nivel local e internacional

Recientemente, el Fondo Monetario Internacional (FMI) realizó tres publicaciones sobre Panamá en las cuales se aborda, entre otros factores, el estado del sistema estadístico del país. Dos informes se derivan de un programa de asistencia técnica conducente a mejorar la compilación y divulgación de estadísticas de finanzas públicas y otro consiste en el artículo IV, un informe que realiza una evaluación de la economía, pero en el que esta vez y de forma poco usual, hace referencia a la necesidad de mejorar la producción de datos.

Los informes identifican algunas debilidades como: rezagos considerables en las publicaciones, poca claridad en la asignación de responsabilidades de compilación estadística, poca sinergia interinstitucional, carencia de experiencia en la aplicación de estándares internacionales de recopilación de datos, y escasez de recursos humanos y económicos para implementar las prioridades establecidas en el Plan Estadístico Nacional.

A pesar de que en los últimos años hubo algunos avances, por periodos navegamos a ciegas e implementamos política económica y social sin el acervo de información necesario para respaldarla, lo que constituye una antítesis de la modernidad en donde se aboga por la toma de decisiones basadas en información. Además, si nos comparamos a nivel regional, la conclusión es clara: el sistema estadístico panameño se quedó atrás. Nuestros países vecinos, Colombia y Costa Rica, se adhirieron a la OCDE en 2020 y 2021, decisión que previamente favoreció su producción y divulgación de información, dado que una de las condiciones para hacer parte de este grupo de países consiste, precisamente, en adoptar e implementar un conjunto de buenas prácticas estadísticas.

La escasez y el retraso en la publicación de los datos en Panamá es un mal síntoma que también tiene el potencial de debilitar la credibilidad de nuestras instituciones a nivel local e internacional. Resulta paradójico que en el país tengamos una obsesión casi patológica con el crecimiento económico, la inversión y el empleo, pero que conozcamos los resultados de crecimiento con un rezago mínimo de tres meses -el año pasado alcanzó nueve meses-; que se realicen solo dos encuestas de empleo al año, -en Costa Rica se aplica de forma trimestral y en Colombia mensual-; o que el último dato de inversión pública y privada del Sistema de Cuentas Nacionales publicado sea de 2021 -en los países mencionados se publica trimestralmente-. Y ni hablar de estadísticas sociales, como pobreza y desigualdad, cuyos últimos informes oficiales al momento de escribir este artículo corresponden al 2021 y 2015 respectivamente.

Dado que nos encontramos en plena carrera electoral, resaltar la necesidad de abordar la situación cobra una relevancia especial. Si bien hacer de la modernización del sistema estadístico una propuesta de campaña no necesariamente equivalga a un caudal de votos -la población enfrenta desafíos que, a primera vista, podrían parecer más apremiantes-, si no contamos con la información adecuada, buena parte de las propuestas generales difícilmente podrán llevarse a cabo de forma precisa.

Tomar las medidas necesarias para mejorar la producción y difusión de datos le permitirá al futuro presidente o presidenta del país mejorar la toma de decisiones en materia de política económica, comprender mejor el entorno y demostrar un mayor compromiso con la transparencia. Al sector privado local e inversionistas extranjeros, tener información de mayor calidad y periodicidad les permitirá orientar el desarrollo de sus negocios. A los investigadores y población interesada, nos otorga una de nuestras principales materias primas para continuar contribuyendo al entendimiento de un mundo en donde la información se vuelve cada vez más relevante y en donde nos hemos quedado atrás. Modernizar el sistema estadístico no solo es una necesidad urgente, es una inversión en el futuro del país. Un sistema robusto y actualizado permitirá tomar decisiones informadas, mejorar la transparencia y promover el desarrollo económico y social.

El autor es economista
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