• 12/09/2023 00:00

Ateísmo, cristianismo, homosexualismo y la Biblia

“Fue escrita por más de 40 autores de múltiples ámbitos de la vida. Algunos fueron reyes, generales, pescadores, recaudadores de impuestos, médicos, historiadores, etc., [...]”

Empiezo este artículo reconociendo que los ateos, marxistas y no-creyentes son simplemente incapaces de entender por qué los cristianos son tan apasionados y devotos a la Santa Biblia, y por qué ninguna cantidad de evidencias les hará aceptar pruebas legítimas de la existencia de Dios y sus revelaciones divinas.

Ellos ignoran el hecho de que la Biblia, según la teología cristiana, es una colección confiable de documentos históricos que informa sobre eventos sobrenaturales que tuvieron lugar en cumplimiento de profecías específicas.

Ignoran que la Biblia fue escrita en tres continentes diferentes: Asia, África y Europa. Fue escrita en tres idiomas diferentes, principalmente hebreo y griego, con parte en arameo. Fue escrita por más de 40 autores de múltiples ámbitos de la vida. Algunos fueron reyes, generales, pescadores, recaudadores de impuestos, médicos, historiadores, etc., quienes nos entregaron 66 volúmenes que cubren cientos de temas diversos, escritos durante un período de más de 1500 años.

Todo lo anterior se unió para darnos la Biblia. No es sólo un individuo quien escribió la Biblia, y los cuatro evangelios bíblicos cuentan la misma historia desde una perspectiva diferente, lo que aumenta su credibilidad.

No hay otro libro como la Biblia. No hay autoridad más alta que la Biblia. Todas nuestras preguntas sobre la naturaleza humana tienen respuestas en la Biblia.

El teísmo cristiano nos ofrece, no sólo respuestas superiores a las preguntas fundamentales de la vida, sino las únicas respuestas legítimas que nos dejan con alguna esperanza real, ya sea que las discusiones sean sobre temas relacionados con la sexualidad como la homosexualidad, transexualidad, matrimonio entre personas del mismo sexo, cuestiones de género, feminismo, etc.

Pero parte de la razón de la incredulidad bíblica de los ateos, según pastores cristianos, es que para ellos la idea de la cruz es ridícula. La idea de que un Dios verdadero y eterno nació en un pobre pesebre en absoluta oscuridad, se convirtió en un hombre judío, fue rechazado por su propio pueblo que lo entregó a los romanos y fue crucificado por ellos, resucitó de entre los muertos y es el único salvador del mundo, les resulta absurdo y ridículo.

Simplemente no pueden imaginar que un judío crucificado, rechazado como un falso mesías por su propio pueblo y ejecutado como un criminal común, que nunca mostró sus supuestos poderes divinos contra quienes lo crucificaron, pueda ser el Dios eterno y salvador del mundo.

Simplemente no podrán comprender que la vida y muerte de Jesucristo fue el cumplimiento de profecía divina.

¿Un mesías que no eligió a las élites sabias, nobles e inteligentes ni a las mentes influyentes y poderosas para predicar Sus palabras, sino que eligió a los débiles, analfabetos, insignificantes y despreciados don nadies? Eso para ellos es estúpido.

Esperaban personas de discurso, sabiduría y poder superior. Los mensajes de los apóstoles eran demasiado simplistas y poco impresionantes para ser mesiánicos, lo que les dio más razones para rechazar y resistir sus enseñanzas.

Los antiguos incrédulos querían una señal del cielo que demostrara que Jesucristo era su mesías que vino a cumplir las promesas de Dios. Sin embargo, Jesucristo es el único ser vivo que resucitó de entre los muertos ante testigos presenciales y los apóstoles, quienes estuvieron con Él durante 40 días antes de Su ascensión. Pero no fue suficiente, ellos querían una señal diferente a la resurrección y la ascensión.

Los ateos de hoy exigen pruebas científicas de eventos históricos, cuando todos sabemos que para aplicar el método científico, algo tiene que ser observable, repetible y mensurable, de lo contrario, el método científico no puede usarse para probar eventos históricos; sólo las evidencias, como lo harían en un tribunal.

Se ha demostrado que la Santa Biblia es científicamente exacta; se han cumplido profecías bíblicas, se han realizado muchos milagros con testigos presenciales y se han transformado muchas vidas.

Todas las evidencias proféticas, científicas, milagrosas, históricas y arqueológicas están a la vista, pero los ateos y no creyentes prefieren ignorar los hechos.

Prefieren seguir engañándose de que nada explotó y nos dio todo. De que la vida en nuestro planeta se originó de la nada a través de procesos no inteligentes, y que esa complejidad que es el cuerpo humano fue formado accidentalmente luego de una supuesta explosión. Y luego dicen que los cristianos son los ignorantes.

La evolución, según pastores cristianos, fue inventada por los ateos para eliminar al Dios del Génesis y borrar la inviolabilidad de sus leyes morales. La evolución es el último medio ideado por los ateos para suprimir nuestro conocimiento innato de Dios y el testimonio bíblico que nos hace responsables ante Él, porque la evolución no está ocurriendo, nunca ha sucedido de manera observable en nuestro mundo, y no hay razón para suponer que algo que nunca ha sucedido y no sucede, sea la forma en que todo fue creado, particularmente porque nadie estaba allí, y el que estuvo allí y que lo hizo todo, nos ha dado una revelación completa de exactamente cómo lo hizo.

Parafraseando al pastor evangélico, John MacArthur, Dios les dio a los cristianos un mensaje casi imposible de predicar a personas incapaces a través de la oscuridad de su mente, alma y función espiritual. Pero eso es un dilema espiritual y personal.

Los ateos hoy día quieren diseñar sus propias verdades, realidades, moralidad y género, e inventar su propia religión y ser su propio dios.

Planificador jubilado.
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