• 01/06/2023 00:00

Auditoría médica... Una opinión

“En la lucha contra la corrupción y el combate al narcotráfico, la transparencia y la rendición de cuentas son de riguroso cumplimiento”

La auditoría, según la RAE, es la revisión sistemática de una actividad o de una situación para evaluar el cumplimiento de las reglas o criterios objetivo a que aquellas deben someterse. La auditoría médica es una herramienta de gestión para evaluar la calidad de la atención; por tanto imprescindible, siempre que el propósito sea alcanzar y mantener la excelencia en las prestaciones y servicios médicos. Integridad, idoneidad e independencia son imprescindibles para la objetividad, imparcialidad y utilidad de la auditoría; de aquí que el análisis objetivo de los hechos solo es posible en el contexto de la normativa vigente, leyes, reglamentos, protocolos, manuales de procedimientos, etc.

En auditoría no hay cabida para la improvisación, el auditor debe ser experto en la materia. Un especialista en Neumología jamás podría hacer una auditoría y menos un peritaje sobre Anestesiología, lo mismo aplica en sentido inverso y, ambos no podrían efectuar una auditoría contable; es indispensable el dominio de la disciplina objeto de análisis; por tanto, el informe de la presunta auditoría especial, efectuada a raíz del hallazgo del maletín, conteniendo, entre otras drogas, una docena de ampollas de fentanilo, es un disparate; imposible conferir valor a una auditoría, atinente a la desaparición del fentanilo, en una institución donde se brindan prestaciones médicas, avalada por dos contadores públicos autorizados, por muchos que sean sus respectivos créditos académicos y/o su experiencia profesional. Nada que ver con contabilidad; ingresos, egresos, ni extravío de dinero, sino con la desaparición de diecinueve mil (19 000) ampollas de un narcótico, cuyo uso está debidamente regulado y debe ser estrictamente controlado. Rehúso pensar que la iniciativa obedeciera al intento de escamotear la realidad y confundir a la ciudadanía; porque aparte de configurar un delito, sería ridículo pretender desviar a los organismos facultados para investigar los delitos y administrar justicia, donde solo cabrían auditorías forenses y/o dictámenes periciales, por técnicos calificados; además solicitados por esas instancias. La autoinvestigación, sería un absurdo más.

En la lucha contra la corrupción y el combate al narcotráfico, la transparencia y la rendición de cuentas son de riguroso cumplimiento. Se requiere una investigación completa, revisar la trazabilidad del producto y los procedimientos de compras de equipos, insumos, reactivos, etc.; precisar si se cumplieron las normas regulatorias. También es importante establecer el trabajo de la Unidad de Gestión de Calidad del hospital, en especial sobre lo ocurrido; y del mismo modo, el papel de la Dirección Nacional de Auditoría Médica y de la Comisión Ética. No caben destituciones sumarias ni traslados o rotaciones de personal; urge precisar los hechos e inhabilitar cualquier estructura incompatible con una política administrativa coherente con el mejoramiento de la calidad de la atención. El Colegio Médico, el de Abogados, el de farmacéuticos y todas las organizaciones de profesionales del sector salud deben pronunciarse. La viabilidad de la institución depende, mucho, de ponerle un alto a la corrupción y a la impunidad. Asumimos el reto de sanearla o seremos cómplices de la debacle. ¿Usted qué opina?

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