• 30/07/2022 00:00

El día a día de los panameños no forma parte de la agenda de los políticos

Hace unos días leíamos en las redes el reclamo intelectual que le hacía nuestro poeta-compositor-cantante a un político suramericano por el uso de unos de sus títulos en apoyo a su campaña política.

Hace unos días leíamos en las redes el reclamo intelectual que le hacía nuestro poeta-compositor-cantante a un político suramericano por el uso de unos de sus títulos en apoyo a su campaña política. Consideración que compartimos y pensamos pertinente, especialmente debido a que es el momento de aceptar que la seudo clase política existente es el resultado de una metamorfosis (al mejor estilo de Kafka) que se deriva de una mutación híbrida de variables extrañas e interesantes (por ejemplo: ¿Qué hay pa mí?), pero de ninguna manera son el resultado del clamor del pueblo.

En primera instancia no ha llegado el momento y no sabemos cuando llegará, que nuestros políticos entiendan que la sociedad que los eligió clama, pide a gritos “integridad política”, enfocada en desarrollar capacidad de actuar con rectitud y honestidad, que brinde las bases para el surgimiento de una nueva generación de políticos dentro del marco de valores, que puedan ser líderes de la comunidad. Los políticos no entienden que la integridad de todo político se refleja en lo que hace y justamente ese es el gran problema, lo que han venido haciendo no está encaminado a entender las necesidades del pueblo, sino más bien el interés individual. Quien no entiende nuestra sociedad, no la puede representar.

No existe la menor duda que los políticos muestran cada día que pasa un mayor desprecio hacia la población, olvidándose por completo que el desprecio es el principio de la ignorancia, es una actitud que repercute en errores políticos y los conduce a fracasos escandalosos. Los políticos viven preocupados por ellos, por sus temas y sus intereses, lo cual nos indica que el pueblo no está en el centro del debate. Observemos un claro ejemplo de lo planteado. ¿Qué interés popular puede tener una Ley de Incentivos al Turismo (Ley 314), o la Ley del Montuno u otra? No existe la menor duda que a los panameños no nos interesa para nada unas Leyes de este tipo, con matices claramente políticos, para beneficiar a políticos o a unos pocos. Al panameño le interesa que se legisle sobre el alto costo de la vida, sobre los problemas sociales y económicos de la población, salud, educación, problemas ambientes, entre otros. Revisemos la agenda del legislativo para rebuscar estos temas. Probablemente no existen.

En estos momentos, especialmente estamos ante una duda razonable sobre las capacidades de los gobiernos democráticos, en particular al observar que no tienen la voluntad de hacerle frente a emergencias latentes, la desconfianza del pueblo aumente frente a instituciones recubiertas de una arrogancia e inoperancia permanente, los políticos deben entender que la ciudadanía debe ser la esencia y la médula de lo público, en especial de la política al servicio de las personas.

La crisis actual es el resultado de la inacción gubernamental, el gobierno no comprende que los tiempos entre pensar, decir y hacer se han reducido al mínimo, la brecha existente entre las expectativas del pueblo y el nivel de vida se acentúa como resultado de una carrera dispar. Como decían un escritor español: Las expectativas van por el elevador y el nivel de vida por la escalera. La velocidad de respuestas por parte del gobierno es más que necesaria en estos momentos, están tratando de reaccionar, pero no logran responder y el pueblo requiere respuestas de fondo, ya que todos creen que estamos ante una realidad de hoy, lo cual es mentira, estamos frente a un problema crónico que ha sido gestado, cultivado y engrandecido por varias generaciones de políticos que le dan la espalda al pueblo y caminan con una agenda predefinida en favor de ellos. La lentitud política termina demostrando poca capacidad y efectividad al momento de tomar decisiones acertadas. Es necesario un poco de prisa, pero con sensatez. Además, consideramos que estamos ante un excelente momento de “caldo de cultivo” para una reestructuración integral del andamiaje gubernamental.

Señores políticos, las emociones siguen adueñándose de las personas, debemos caminar hacia un debate político que excluya las precondiciones, el pánico y especialmente la información asimétrica, ustedes deben comprender que ningún político es capaz de gobernar una sociedad que no comprende, que los disturbios, cierres de calles y demás acciones son el lenguaje de los no escuchados. Para finalizar, no olvidemos que todo esto cambiará cuando los políticos se vuelvan a enamora de Panamá.

Médico y Catedrático Universitario
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