• 19/12/2020 00:00

La distribución de la riqueza panameña

Analizaremos el capital estatal, el privado, el flotante, y el que produce cada uno de los panameños. Nuestra distribución, en comparación con otros países de igual economía, no es tan desproporcionada, pero podemos mejorarla.

Analizaremos el capital estatal, el privado, el flotante, y el que produce cada uno de los panameños. Nuestra distribución, en comparación con otros países de igual economía, no es tan desproporcionada, pero podemos mejorarla. Empecemos por la Bolsa estatal,

Esta se recoge así: ingresos por impuestos a empresas, impuestos a los trabajadores, manuales y profesionales, impuestos a todo lo que compras o vendes, uso de las notarías, registros, etc. Además de ingresos por las empresas estatales, incluyendo el canal, minería, aeropuertos, puertos, etc. Pero, lo más rápido y fresco es el préstamo internacional, que empeña, gran parte de la Bolsa estatal, y el pago de sus intereses los pagamos nosotros. (El castigo de los intereses causados por el mantenimiento de la deuda es desequilibrador y tal vez, hemos sido sorprendidos en la ola de préstamos del neoliberalismo y de las mentes más adelantadas en asuntos de altas finanzas y nos invitaron a participar de préstamos a los cuales no podíamos hacerle frente, comprometiendo así a las generaciones venideras, las cuales tendrían mentes más amplias, pero tienen el freno que les hemos puesto, aun así, tenemos la desdicha de que no se ve el uso.

Debemos negociar la filosofía de estas deudas a un nivel eterno, pero pagable, sin perjudicar el balance financiero del país.

El análisis de desarrollo mínimo de todo el país, en lo que respecta a inversión, para que la población tenga todos los beneficios del pago de sus impuestos y la aplicación de esta propuesta hasta completarla y luego entregarla a las provincias y municipios para descentralizar esta responsabilidad, acercándola más a los que realmente la necesitan y tienen que cuidarla y velar por sus mejoras y mantenimiento.

Bolsa privada

Puedo imaginar, por mi edad y ejecución de vida, cuánto puede ser, pero no se la distribución.

La expresión, en Panamá, “los ricos y los pobres” solo nos produce un mal sabor y división. Yo creo que con todas las facilidades que da nuestra sociedad, todo panameño, de 15 años, debe aspirar a ser rico. ¿Qué es eso? Un hombre que, en su edad adulta, tenga una educación media o superior, que consiga trabajo o cree uno, tenga una familia de dos hijos y su madre, techo, ropa, comida, moderada diversión, facilidades de educación para ellos. Sin vicios, será rico.

La riqueza antigua es la que ya está en los bolsillos o en los bancos, o la que está invertida en bienes o en educación.

La riqueza nueva es la que llega por el trabajo o la producción, tal vez una herencia.

Para la población global, esta última entra por: la industria, la pesca, la agricultura, el turismo, el talento humano, el comercio

Sin embargo, el Estado debe regular estas fuentes, con el objeto de mejorarlas para beneficio de la población.

¿Pérdida de divisas? Esta expresión debe conocerla la población: “Gano poco y pago mucho en luz, porque la compañía intermediaria es extranjera y se lleva la plata, los celulares, el combustible, etc.”.

El hombre que no trabaja en la edad productiva, no sirve, es un vago.

El que trabaja es un líder económico, y en la familia, si su esposa trabaja y ambos levantan a sus hijos, estarán muy acomodados en su vida. Sin vicios.

El Estado debe cuidar a estos líderes económicos, para que crezcan y aumenten la capacidad de crear empleos.

Los gobernantes deben comprender estos principios para beneficio de los gobernados.

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