El deber del sufragio

Al encontrarnos frente a una contienda electoral en Panamá, considero propicio escribir no sobre política, sino sobre ciudadanía, entendiéndolo como el derecho de elegir y ser elegido, con la finalidad de crear conciencia del deber cívico y ciudadano de todos los panameños en cuanto al derecho al sufragio, a fin de disfrutar de la fiesta electoral.

De acuerdo con el artículo 135 de la Constitución Política de Panamá, el sufragio no es solo un derecho; sino también un deber de todos los ciudadanos, por lo que debe ser de sumo interés de todos los panameños la escogencia de las personas que aspiran a dirigir el país y edificar el futuro y el buen manejo de la cosa pública a través de la democracia participativa, con miras a las transformaciones y desafíos que se requieren para ser un país competitivo para el mundo y que se brinde la satisfacción de las necesidades a todos los panameños.

Para ello, debo reconocer el aporte realizado por el Tribunal Electoral, con la creación de la consulta del padrón electoral a través de la plataforma www.verificate.te.gob.pa, en la que se muestra el lugar y mesa de votación, de acuerdo con su residencia electoral registrada por cada ciudadano, así como el corregimiento y circuito al que pertenece, y la oferta electoral completa, de acuerdo con su cédula. Esta oferta electoral incluye la hoja de vida de los aspirantes y la propuesta electoral, para que se tenga mayor claridad de la persona a la cual usted desea darle el voto, de acuerdo con su conocimiento, experiencia, competencias y ejecutorias.

Considero también que sería una buena iniciativa, que se aplicaran las tecnologías de la Información y las comunicaciones (Tics) y que en esta misma página, se ofreciera un video de cada uno de los aspirantes presentando sus propuestas, a fin de brindar mayor claridad y proyección de sus planes y proyectos.

En este sentido, se hace evidente la necesidad de la satisfacción de algunos problemas que considero básicos en la sociedad panameña, a fin de poder tener una buena vida en sociedad. Los puedo enumerar en ocho aspectos de relevancia: educación, seguridad, trabajo, salud, corrupción, jubilación, aseo y acueducto. Todos estos problemas son integrales entre ellos, y no pueden ser atendidos de formas separadas, en virtud que deben ser un reto para los próximos administradores del Estado, quienes no solo deben atraer al electorado, sino que deben plantear y estructurar cómo materializarlos, a fin de evitar promesas demagógicas.

Es por ello que una vez que se revise bien la oferta electoral, el ciudadano debe examinar las propuestas que mejorarán su calidad de vida, así como también debe identificar a los candidatos de su elección, siendo recomendable que el día de la elección, vaya decidido para no dejarse confundir, enredar o perder tiempo en la escogencia, teniendo siempre claro la importancia del voto y las repercusiones de una mala decisión.

Con todo lo anterior, mi deseo es que la persona escoja bien, escoja rápido y vote, vote bien, vote con la convicción de un mejor país, vote por las propuestas que vea claras y creíbles, pero vote, el país que deseamos lo podemos hacer con la voluntad de todos.