• 11/02/2024 00:00

Estados se rebelan contra el uso de aditivos alimentarios

[...] los debates para prohibir los aditivos alimentarios será una lucha campal y generará muchas ronchas. Nosotros estaremos pendientes de los resultados porque, de lo que ocurra allá, dependerá de lo que comamos acá

Legisladores en seis estados de EE.UU. han presentado proyectos de ley en estas primeras semanas de 2024 para prohibir una serie de aditivos alimentarios controvertidos, en lo que será una lucha entre los estados y la FDA sobre lo que está permitido en el suministro de alimentos en ese país y que tendrá consecuencias en lo que se come en muchos otros países.

Estos proyectos de ley pretenden ir incluso más allá de lo alcanzado en 2023 en California cuando se prohibieron cuatro aditivos relacionados con problemas de salud: aceite vegetal bromado o BVO, bromato de potasio, propilparabeno y tinte rojo #3. La nueva lista incluye el dióxido de titanio (agente blanqueador y abrillantador) y los preservantes de uso común, BHT y BHA.

La aprobación de estos proyectos de ley equivaldría a una prohibición nacional de facto de estos ingredientes, porque sería demasiado complicado y costoso para los fabricantes de alimentos reformular y etiquetar por separado miles de productos para estados específicos. También significaría que los estados han arrebatado a los federales el control de la regulación de los aditivos alimentarios.

Ya no se trata sólo de que Nueva York, Illinois, Pensilvania, Missouri, Dakota del Sur y Minnesota se estén rebelando. La realidad es que las sustancias químicas incluidas en estos proyectos de ley ya han sido prohibidas en Europa y otros países asiáticos. Y muchas compañías de alimentos estadounidenses, con grandes marcas internacionales, ya están vendiendo exactamente los mismos productos en el extranjero sin estos aditivos.

Lo que sí es que estos proyectos de ley han creado un efecto dominó porque la gente está prestando atención, otros estados están viendo la situación y también la FDA está monitoreando el asunto. En cierto punto, la presión ahora está sobre la FDA para que desempeñe un papel más activo en la regulación de los aditivos alimentarios. Los defensores de los consumidores se han quejado durante décadas de que la FDA es demasiado complaciente al permitir que los aditivos lleguen al mercado y luego extremadamente lenta para reaccionar ante las preocupaciones de seguridad sobre los productos químicos que ya están en uso.

Para muchos, la FDA ha fracasado estrepitosamente con el uso de muchos aditivos que son dañinos para la salud. Lo ideal sería que actuaran, especialmente como resultado de que Europa y muchos otros países avanzan hacia un suministro de alimentos más limpio y saludable. Lamentablemente, la FDA se ha quedado atrás y se ha negado a enfrentar la realidad. En un mundo perfecto, estos proyectos de ley no hubieran sido necesarios ni tampoco los estados hubieran tenido que rebelarse.

Ahora la FDA está forzada a tomar medidas y actuar más rápidamente. Un portavoz de la agencia dijo la semana pasada que darán prioridad a la revisión de sustancias químicas en los alimentos según el riesgo, la ciencia y la autoridad regulatoria. “La FDA revisará y reevaluará la seguridad de una variedad de sustancias químicas en los alimentos para garantizar que la ciencia y la ley respalden su uso seguro en los alimentos”. Un comunicado añadió que la “reorganización propuesta por la FDA de su programa de alimentos ayudará a la agencia a desarrollar un proceso más rápido y ágil para evaluar las sustancias químicas en el suministro de alimentos”.

Pero como era de esperar, inmediatamente salió la Asociación Nacional de Confiteros (NCA), que representa a los fabricantes de dulces y que ha estado liderando la lucha contra las prohibiciones estatales, para argumentar que estas decisiones deben tomarse a nivel federal. Según un comunicado de la NCA, “Esto es una completa extralimitación por parte de legisladores que están fuera de su alcance en lo que respecta al sistema de seguridad alimentaria basado en la ciencia de nuestra nación. Debemos confiar en el rigor científico de la FDA en términos de evaluar la seguridad de los ingredientes y aditivos alimentarios, no en las legislaturas estatales”.

Como vemos, los debates para prohibir los aditivos alimentarios será una lucha campal y generará muchas ronchas. Nosotros estaremos pendientes de los resultados porque, de lo que ocurra allá, dependerá de lo que comamos acá. Lo que sí es definitivo es que resulta muy desafortunado, por decir lo menos, que los consumidores panameños tengamos que estar pendiente de unos cuantos senadores en Albany y Pierre, por ejemplo, para asegurar nuestro suministro de alimentos saludables. Aquí las autoridades ni cuenta se han dado que de la cantidad de productos dañinos que consumen los panameños porque contienen ingredientes altamente cuestionados y que debieran ser eliminados de la cadena alimentaria en muy corto plazo.

El autor es empresario

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