• 01/10/2018 02:02

La ética electoral

Llegan las elecciones y con ellas lo que debería ser una práctica ejecutiva de vida democrática

L legan las elecciones y con ellas lo que debería ser una práctica ejecutiva de vida democrática; con la seriedad, la honestidad, la valentía, la aplicación ideológica, la lealtad partidaria, la justicia social, el nacionalismo, la perspectiva internacional y un prolongado etcétera. Patéticamente la política y sus elecciones han sido mercantilizadas en una lucha de fuerzas económicas, personificadas en grandes capitalistas que dirigen y manejan los partidos según los intereses de grupos o consorcios. Se confunde democracia con liberalismo por el estilo de vida y la publicidad masiva. La democracia que, en la posmodernidad, debería ser el Gobierno del pueblo, con partidos ideológicos y programas de beneficios ciudadano, pero se ha derivado a solo inversiones con nombres de piratas alegres y aromáticos comerciantes en el lenguaje popular.

El liberalismo que debe ser una ejecución de libertad, con el estricto respeto a los Derechos Humanos, se ha concretado en un libertinaje de operaciones, ventas y negocios, transformando las comisiones en coimas, los contratos y licitaciones en peculados y juegavivo, la justicia en la compra de conciencias y corrupción. Estas metodologías traídas de las malas prácticas comerciales de producir ganancias económicas a como dé lugar, donde no importan los procedimientos que se sigan siendo lo efectivo los dividendos, porque eso es tener éxito... La adulación, el materialismo, la frivolidad, el chantaje, el engaño, la trampa son las herramientas habituales, junto a las modernas tecnologías de audio y luminotécnica. El chantaje, el tráfico de influencias, la hipocresía, las mentiras, toda una serie de estafas y trampas que so la herencia que nos dejó la dictadura con su violencia, sus abusos, su demagogia y la impunidad que nos enseñaron como modelo y lastre. Aquí con esas siniestras maromas se enredaron con Irán, Nicaragua, Argentina y EUA, la incultura cívica, la indignidad y la autoestima severamente lesionadas por la crónica falta de libertad, especialmente de expresión y del ejercicio político para el enriquecimiento ilícito, provocó un grave trastorno colectivo y lesión de la personalidad, especialmente de nuestros jóvenes.

Hoy todos loa medios de comunicación, los politólogos, críticos y comentaristas coinciden en que, lamentablemente, pasamos por una crisis de la justicia con todas sus consecuencias. En niveles menudos y en millones de balboas, observamos con frecuencia los escándalos y la tergiversación y adulteración de los hechos. Casi da vergüenza ser empleado público y mucho más ser político, que significa caer en la sospecha de ser cómplice o actor de corrupción. No busquemos como excusa a la pobreza con sus características sociológicas. Porque justamente los grandes millonarios son los que más se les investiga por enriquecimiento ilícito. Los esquemas y plataformas que nos impusieron los militares los estamos viviendo ahora. El tráfico de armas y el narcotráfico en familias de militares, el oro que regalo KADAFY, que eran espías del Pentágono. Y miembros de la CIA. Los negocios vinculados al abastecimiento de naves por quienes no actuaron el 9 de Enero de 1964 en defensa de la Soberanía, y más bien persiguieron y encarcelaron a los héroes que lucharon ese día. Que firmaron un Tratado de Neutralidad que nos convirtió en Protectorado De Concini, dándole el derecho a EUA a invadir el país por decisión de las autoridades de EUA. Como posteriormente ya ocurrió en diciembre de 1968. Ya antes EUA nos había invadido para apoyar a los militares panameños que dieron el golpe de Estado el 11 de octubre de 1968, diezmando con sofisticados armamentos a las guerrillas constitucionalista de Chiriquí, Coclé y Chilibre.

Estos hechos con su gran cantidad de muertos perseguidos, encarcelados, torturados y exilados, la dictadura nunca ha querido darlos a conocer. La dictadura se disfrazó de socialista para conseguir apoyo diplomático internacional y trajo a los comunistas, en 1971, que habían exilado a Chile en 1969, pero la verdadera razón era venderle mercancías a Cuba para romper el bloqueo que mantenía EUA, para beneficiar al ejecutor que fue una empresa de un ministro de Estado panameño.

La dictadura de los generales Torrijos, Paredes y Noriega tampoco investigó el posterior asesinato del mismo Torrijos y hay quienes dudan de la real muerte de Noriega.

La actual crisis de la Justicia ha motivado que las más importantes asociaciones gremiales, empresariales, de trabajadores y profesionales, los clubes cívicos, los partidos políticos estén solicitando una concertación de objetivos, el programar una Constituyente, el depurar radicalmente el Poder Judicial e igualmente definir el perfil y méritos de honestidad lealtad, capacidad, experiencia, de los aspirantes a integrar el Poder Legislativo. Se citen pilares de ejecución gubernamental. Los puntos prioritarios y preventivos son: agua potable, recolección de la basura, hacer efectivo y real el obtener para los consumidores alimentos y medicinas a precios justos y controlados. La libertad, la justicia legal, la justicia social como responsabilidad de las empresas privadas.

Que los productores, especialmente los campesinos, sean apoyados, pero para servir a la ciudadanía. Especialmente a los más humildes. Crecimiento económico para el desarrollo social. La voz del pueblo nacional es la voz de Dios. Y la ejecución del Gobierno tiene que llevar el ritmo y la velocidad social atendiendo muy de cerca las voces de la panameñidad.

El escuchar y atender la voz del pueblo es ética y triunfo electoral.

MÉDICO, EX MINISTRO DE ESTADO.

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