• 30/01/2022 00:00

Experiencias de salud en Hawái

“Sin limitación calórica ni ayunos restrictivos, los hawaianos nos reiteran que se puede vivir más y mejor cada vez que consumimos una dieta alta en plantas y productos naturales, […]”

En 2005, el escritor de National Geographic, Dan Buettner, describió ciertas áreas del mundo donde las personas vivían vidas más largas y saludables como “zonas azules”. Estas incluían a Okinawa, Japón; Cerdeña, Italia; Loma Linda, California; Península de Nicoya, Costa Rica; e Ikaria, Grecia. Las personas que viven allí alcanzan los 90 años e incluso más de 100 con relativamente pocas enfermedades relacionadas con la edad. Aunque son lugares esparcidos por todo el mundo, con dietas y estilos de vida aparentemente muy divergentes, todos comparten ciertas características que ayudan a vivir vidas más largas y plenas: sus habitantes se mueven más y priorizan la familia y la socialización por encima de todo. Su dieta es a menudo, pero no siempre, basada en plantas, con una ingesta relativamente baja de proteínas, especialmente de animales.

En un viaje reciente a Hawái, el mes pasado, descubrimos a otra “zona azul”, donde la expectativa de vida promedio de sus habitantes es de 79.8 años, más que el promedio de vida de cualquier otro estado de EU. Todo apunta a que la dieta hawaiana tradicional rica en carbohidratos complejos y fibra, y baja en grasas saturadas, tiene una influencia beneficiosa en la pérdida de peso y en la disminución de la presión arterial, el colesterol total, el colesterol LDL y los valores de glucosa en sangre (https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/11320614/).

Los principales alimentos de la dieta son poi (que proviene de la raíz del taro), batatas, ñame, fruta del pan, piña, papaya, pescado, mariscos y algas, siempre usando métodos de cocción a base de vapor, aunque muchos de los alimentos se sirven crudos. Esto es prácticamente lo contrario de la dieta estadounidense estándar, baja en nutrientes, minerales y vitaminas, y alta en grasas saturadas.

Los hawaianos realizan diversas fiestas durante el mes en las que, además, consumen cerdo y huevos. Los cerdos y las gallinas son animales que viven en libertad y comen las sobras de vegetales, en lugar de granos con los que se alimentan sus contrapartes en las grandes operaciones de corrales de engorde. Esto da como resultado un nivel más alto de ácidos grasos omega-3 y niveles más bajos de ácidos grasos poliinsaturados omega-6. Históricamente, la carne ha constituido una minúscula proporción de las calorías, así como los productos lácteos. Al final, la dieta proporciona solo alrededor de 1900 calorías por día en comparación con las 2600 calorías del estadounidense promedio.

Hawái es el segundo estado con menor tasa de obesidad con 23.8 %, después de Colorado, y el primero con el mayor porcentaje de personas que viven más de 100 años, con 20.4 por cada 100 mil. En todo el mundo, el promedio de personas centenarias es solo 6 por cada 100 mil. Japón ostenta la proporción más alta con 32 por cada 100 mil y Okinawa es la joya de la corona con 37 por 100 mil.

El contraste de Hawái con el resto de los estados y demás islas polinesias se explica a través de ciertas actividades y dietas asociadas con las zonas azules, principalmente que casi en todos los barrios y comunidades existen huertos urbanos para sembrar y cosechar alimentos, y que casi en ningún lugar utilizan grasas saturadas procesadas para freír ni cocinar. Esto es muy distinto a lo que ocurre, por ejemplo, en los estados sureños donde las tasas de obesidad son de las más altas del mundo. El estudio “Reasons for Geographic and Racial Differences in Stroke”, que siguió en 2014 a más de 17 mil participantes adultos durante cinco años, observando varios patrones dietético, demostró que los alimentos fritos con grasas saturadas aumenta 56 % el riesgo de enfermedades cardiovasculares, 50 % las enfermedades renales y 30 % las enfermedades cerebrovasculares (https://www.uab.edu/soph/regardsstudy/images/documents/REGARDS_Objectives_and_Design_Paper.pdf).

Aunque la dieta sureña no es particularmente alta en calorías, con un promedio de 1800 calorías por día, su cantidad total de carnes procesadas está muy por encima de lo normal. Por supuesto que existe una gran diferencia nutricional entre un filete de costilla y un “hot dog”, debido a que el procesamiento de la carne permite la introducción de numerosos productos químicos y otros aditivos (azúcar, edulcorantes, nitratos, fosfatos, etc.) que pueden afectar negativamente a la salud.

Hawái ya no es solo un destino de sol, olas y viento. Ahora su cultura, costumbres y dieta tradicional son ejemplos para promover salud y longevidad. Sin limitación calórica ni ayunos restrictivos, los hawaianos nos reiteran que se puede vivir más y mejor cada vez que consumimos una dieta alta en plantas y productos naturales, y practicamos estilos de vida típicos de las zonas azules.

Empresario, consultor de nutrición, asesor de salud pública.
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