Sobre el fallido intento de golpe de Estado en Turquía

El 26 de junio de 2020, La Estrella de Panamá publicó el artículo “Turquía condena a cadena perpetua a 121 militares por fallido golpe de Estado”. Este tema aún es de suma importancia para Turquía.

Como bien se recordará, el Gobierno de la República de Panamá publicó su declaración “Panamá rechaza intervención militar en Turquía” el 15 de julio de 2016. “El Gobierno de la República de Panamá expresa su rechazo a la intervención militar que se suscita en la República de Turquía, que atenta contra los principios democráticos y el orden constitucional. Panamá hace un llamado al más estricto respeto a la institucionalidad y las autoridades electas, y extiende sus deseos para que se restablezca la paz y la estabilidad en Turquía”.

El intento de golpe de Estado, organizado por un grupo de soldados que tenía una membresía paralela con la Organización Terrorista Fetullah Gülen (FETO), buscaba reemplazar el orden constitucional y la democracia parlamentaria con una junta militar.

El éxito de la resistencia del pueblo turco ante un golpe militar es un ejemplo único en la historia humana.

Este no fue solo el intento de golpe de Estado más sangriento en la historia turca, sino también el ataque terrorista más organizado al que Turquía fue sometido.

La Organización Terrorista Fetullah Gülen es un culto fanático armado, liderado por el imam retirado Fetullah Gülen. Gülen ha estado en la lista de “terroristas más buscados” del Ministerio del Interior desde el 28 de octubre de 2015, como el presunto líder de la Organización Terrorista Fetullah y la Estructura Paralela al Estado (PSS). FETO es una organización extensa con enormes inversiones en la educación, los medios e intereses económicos en un amplio rango de áreas. Adicionalmente, FETO ha buscado sistemáticamente infiltrar el Estado turco, con el propósito explícito de derrocar el orden constitucional e instalar a Gülen como líder espiritual.

Fetullah Gülen tiene actualmente casos en 55 tribunales diferentes como el principal sospechoso. Las investigaciones del procurador público han revelado que, bajo el manto de las organizaciones públicas de FETO, relacionadas al servicio comunitario y tolerancia, se esconde una organización ilegal que ha divulgado secretos de Estado por motivos políticos y militares, ignorado el derecho a la privacidad, falsificado documentos, organizado conspiraciones contra individuos inocentes y se ha involucrado en lavado de dinero.

El pueblo turco reveló que no toleraría las intervenciones no democráticas y que arriesgaría incluso su vida en defensa de la democracia.

Conmemoramos a nuestros mártires con gratitud y respeto.