• 02/10/2018 02:00

El Grito de Munch

Es muy preocupante que el orden constitucional del Estado esté balanceándose entre fuertes señalamientos de corrupción 

Hay un silencio atronador en la sociedad panameña que, hace eco en todos los hogares y reuniones, en cada sitio se escuchan murmullos, voces angustiadas y otras alteradas señalando el estado de corrupción y daño que se le está causando al país.

La impresión generalizada es que estamos acorralados en un laberinto al estilo Matrix, no parece haber salida, el fenómeno se extiende en toda las direcciones y mientras pasa el tiempo y seguimos corriendo desesperados, nada cambia. Es aterrador pensar que llegará el próximo año y nuestra única salida será seguir comentando, y como simple espectadores veremos que, de continuar con nuestra cultura política, llevaremos el país por senderos retorcidos, como ha sido el caso de varios países latinoamericanos.

Es muy preocupante que el orden constitucional del Estado esté balanceándose entre fuertes señalamientos de corrupción. Esa fisura institucional que estamos viviendo es producto de los actos de corrupción enquistada en los tres órganos del Estado, causando inestabilidad política y consecuentemente comprometiendo el buen desempeño económico de la nación que termina por afectar sensiblemente la estructura social, aumentando los índices de criminalidad y de inseguridad en el país.

Los escándalos de corrupción que se presentan a la luz pública de cada uno de los carroñeros del Estado demuestran que los panameños y panameñas estamos en un estado de indefensión. ¿A quién podemos acudir, si estos parecen estar en una lucha por el control del Estado? No hay confianza en ninguno de ellos, entonces, visualicen qué alternativas tenemos para mantener un sistema democrático, ¡escalofriante!

Es evidente que los tres órganos del Estado están midiendo fuerzas de poder, este escenario es altamente peligroso para la estabilidad del país cuando la Constitución establece que deben actuar en armónica colaboración.

Panameños y panameñas, es necesario pronunciarse, exigir el cumplimiento de la Constitución y las leyes de la República, despojarse de los intereses personales, partidistas y de grupos, porque de lo contrario vendrán tiempos tan difíciles como los vividos por nuestra generación durante la dictadura que terminó con una invasión para permitirnos vivir en democracia.

Esto me hace pensar que el Grito de Munch será un detalle, porqué los ciudadanos que no luchan por mantener la institucionalidad, sus gobernantes aprovechan esa coyuntura para responder a los intereses de grupos de poder económicos y por clientelismo político.

Los falsos panameños (FP, politiqueros, carroñeros, etc.) no buscan el bienestar de los ciudadanos, mediante la corrupción saquean y se apropian de los recursos del Estado y con total descaro hablan de sus logros personales, muestran sus riquezas mal habidas, se lustran de exitosos personajes y públicamente señalan a otros de corruptos, intentando ocultar la verdad de sus siniestras actuaciones, cubiertas de una luminosa oscuridad.

Es difícil fortalecer los mecanismos y procedimientos para luchar contra la corrupción, cuando los actores de la política han sido señalados de corruptos, dirigen las instituciones, y son elegidos para gobernar y hacer cumplir las leyes de la nación. Es como haberle permitido a Pablo Escobar Gaviria construir la cárcel donde estuvo recluido; por supuesto, se fugó cuando quiso.

No obstante se dan estos señalamientos, y se mencionan con nombre propio a los implicados en estos escándalos, el camino parece pavimentado para que aumente el hoyo de la Impunidad o No Pasa Nada. No olvides que muchos de esos personajes aún aspiran a mantenerse en la vida política y te tocarán la puerta para que le des el voto para las próximas elecciones. No contribuyas con la corrupción, ayúdanos a cambiar por el bien de todos los ciudadanos y por un mejor país.

ECONOMISTA Y FINANCISTA.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus