• 12/03/2016 01:00

Reprogramar la historia

‘Nuestra solución, por el camino que sea, tiene que ser con educación, honestidad, lealtad a nuestra nueva etnia, a nuestras gentes...'

La historia sigue su marcha, con los mismos asuntos, distorsiones y errores. Los que siguen haciendo dinero, los que trabajan, los pobres, los grandes millonarios, los que mueren en las guerras, la codicia, la violencia, la corrupción, la ignorancia y los que claman en el desierto con todas sus consecuencias, pero ahora con Internet, celulares y redes sociales. Los que viven por y para el dinero y los que soñamos con un mundo más justo, solidario, con felicidad, salud, ética, paz, amor y buena voluntad.

Los bienes, las herramientas, el dinero y la comunicación son siempre útiles con cualquier sistema, el asunto es como y para qué emplearlas, cómo distribuirlas, cómo vivirlas para el bien social de todos. Desde los primitivos caciques a los imperios, las democracias y los socialistas, se repiten las secuelas del egoísmo, las mentiras y el irrespeto autoritario. Desde el control de los mercados, los inventos, las rutas que engendraron los comerciantes, los intermediarios y productores que deberían actuar con función social en crear, distribuir, transportar y que deben ser la cadena virtuosa de la nutrición y la salud humana. Pero donde también se arrastran los Caínes con la envidia, la incapacidad, las trampas, el juegavivo y la violencia. Los ladrones disfrazados de comerciantes y, peor aún, de políticos con todos los colores, aún de patriotas y nacionalistas que han sido capaces con discursos, dizque revolucionarios, tranzar y firmar con los tradicionales explotadores tratados que nos transformaron en protectorado. Se enriquecieron, se robaron unos a otros, que aún son millonarios, aunque presos, y que todavía las víctimas esperan justicia (hasta el general).

La dependencia económica ha seguido permitiendo que la gran riqueza de nuestra geografía haya sido usurpada por piratas de todas las categorías. A nuestro país, los dioses lo pusieron en una válvula del mundo que nos compromete a ejercer la función de transportador, regulador y promotor del progreso universal. Lo hemos estado desarrollando con la capacidad, el sacrificio, la valentía y tecnología de nuestros trabajadores desde los barcos y las normativas marítimas.

Hoy el panorama mercantil mundial nos avanza a otras proyecciones de distribuidor, logística, mantenimiento y armonizador del desarrollo, apoyados en el crecimiento económico de la región. Europa se debate cíclicamente entre crisis, migraciones, guerras y conflictos, fundamentalmente por los mercados y a veces por ancestrales disputas filosóficas. La OCDE y sus aliados se enfrentan a los bancos de América por su sobrevivencia monetaria y por sobre la pobreza de los inmigrantes.

Las guerras y las revoluciones múltiples no han sido suficiente lección. La producción colectiva y el crecimiento económico para el desarrollo social son los antídotos de la delincuencia, la corrupción y la enfermedad. América sufre las consecuencias ideológicas del marxismo y el capitalismo. Nuestra solución, por el camino que sea, tiene que ser con educación, honestidad, lealtad a nuestra nueva etnia, a nuestras gentes, mestizos, mulatas, asiáticos y mediterráneos, todos sudando, pensando, luchando por un mundo mejor, abiertos a la velocidad de revoluciones que exijan las necesidades del mundo; para servirles, cruzarlos y garantizarles la seguridad, perfeccionado nuestros procedimientos y técnicas.

Esto compromete a todos los trabajadores y campesinos, pero sobre todo a los empresarios que tienen que actuar con eficacia y transparencia para prestigiar la nación y las empresas de todos. Pro mundi servicio por Panamá beneficio. Sobre todo no meter sus corrupciones en la política. La política es para servirle a la población y todo el país.

Los que tengan la vocación y la audacia de los fraudes, las estafas y los robos, o las dictaduras; ya los periodistas, los estudiantes y la ciudadanía han demostrado que no aceptamos estas tóxicas prácticas sociopolíticas. No más corrupciones y dictaduras. No más Torrijos. No más Martinelli. Necesitamos perredés y ‘cedés' autofiltrados, decantados y depurados en el tanque auténtico de la opinión pública, que los panameñistas, los socialistas, los cristianos y los liberales mantengan y perfeccionen sus propias ideologías, pero sobre todo luchen por un Panamá mejor.

Pero no de teorías y propagandas, sino real, efectivo y a la velocidad de revoluciones que exijan nuestras necesidades, sobre todo en educación, nutrición y justicia social y legal. La propaganda no engañosa, los proyectos factibles, no demagógicos, los candidatos idóneos y honestos, el eliminar totalmente el dinero como factor decisivo electoral permitirá que los campesinos, los intelectuales y los trabajadores, los del pueblo puedan alcanzar por fin la victoria social de la panameñidad.

EX PROFESOR UNIVERSITARIO Y EX MINISTRO DE ESTADO.

—SUGIERO, PARA LAS ESCLUSAS, LOS NOMBRES DE LEOPOLDO ARAGÓN Y FLOYD BRITTON.

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‘... eliminar totalmente el dinero como factor decisivo electoral permitirá que (...) los del pueblo puedan alcanzar por fin la victoria social de la panameñidad'

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