• 15/12/2008 01:00

Balbina y su hermano asoleado hoy

Al leer el chorro de críticas ácidas sobre el tema tan álgido que ocasiona el no haber llenado los requisitos con la Unión Europea desde...

Al leer el chorro de críticas ácidas sobre el tema tan álgido que ocasiona el no haber llenado los requisitos con la Unión Europea desde nuestra sede en Bruselas a tiempo, con graves perjuicios para Panamá y los productores nacionales en tan valioso mercado, busqué indagar, al menos tentativamente sobre el problema, viendo un enorme despliegue de noticias que intentan responsabilizar ni siquiera al embajador Pablo Garrido, sino a su hermana, la candidata presidencial. Aclarando que por el fin de semana no pude contactar a nadie en Cancillería para una explicación oficial sobre el asunto por encontrarme de vacaciones y sin mi agenda de trabajo. No obstante, hice una llamada al exterior que me ha dado una clave que creo coherente, seria, sensata y justa: en primer lugar, aún no se ha establecido oficialmente la definición total del daño al país, que, sin embargo, parece estar muy cerca de lo real.

Luego, ¿de quién es la responsabilidad del daño ocasionado si todo se define en contra de Panamá? Bueno, siempre se dice que “el jefe debe responder por todo”; pero no se debe responsabilizar a un jefe de misión, lo creo por ser parte del sistema del servicio exterior, si algo se presenta en un tiempo en que uno, como es mi caso ahora y el de Pablo, se encuentra en uso de sus derechos vacacionales acumulados.

Por ejemplo, he estado en los últimos años trabajando de acuerdo con instrucciones del presidente Torrijos y el Canciller Lewis en un tema de un panameño en dificultades legales y procesales. Realicé un trabajo intenso y se hicieron diversos trámites legales de orden bilateral entre Perú y Panamá. Hubo escollos, pero también comprensión y solidaridad por vía de la reciprocidad entre los Estados que firman Convenios.

Y estando ahora en Panamá mi segundo, el Licenciado Armando León, me avisa rápidamente de trámites finales, afortunadamente favorables. Para eso están en las misiones diplomáticas los segundos, Encargados de Negocios.

Y debemos estar atentos todos, no que si el jefe se ausentó con motivos justos y legales, el segundo se duerma; menos todavía, según mis informaciones extraoficiales que otro ministerio o entidad que también debe llevar calendarios y agendas simultáneas con Relaciones Exteriores, se quede sin planificar adecuadamente.

Cancillería tendrá, estoy seguro, que definir responsabilidades con otro ministerio parte del tema. Pero comprendo que juzguen no tanto a Pablo Garrido, sino que le caigan encima a Balbina Herrera, como si ella fuese la embajadora ante la Unión Europea. Las manos peludas de los medios que se tildan de estar bien informados para a la vez informar bien, me doy cuenta que no hicieron el mínimo esfuerzo de averiguar lo que pasó. ¿Pereza, negligencia o la mano peluda contra Balbina? — Mas mano peluda que otra cosa. Mano peluda, por si acaso, le llamaba el gran maestro de periodistas Dr. Harmodio Arias, como me contó el fallecido adalid de la prensa nacional Lucho Estribí, a los comunicadores que por maltratar a alguien no disimulaban su encono poniendo noticias distorsionadas o falsas, incluso haciéndose los suecos, como si no lo fueran. Balbina, parece que ahora sí les entró la tembladera con la unidad que vibró el día de la proclamación en el Hotel Panamá de los candidatos provinciales del PRD.

-El autor es embajador de Panamá en Perú.homiliadiaz@gmail.com

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