El impacto va más allá de la venta final. Incluye la compra de telas, hilos perlas y otros insumos, creando una cadena de valor que dinamiza la economía...
Es indudable que, desde la propia Dirección General de la Lotería Nacional de Beneficencia, no ha habido, ni hay una visión y menos voluntad para defender nuestra “Lotería Tradicional”, y con ello a miles de panameños que llevan el sustento a sus hogares y educan a sus hijos a través de su participación en su venta. ¿Por qué será?
En la comparecencia ante la Asamblea Nacional, de la Dirección General de la Lotería y su director de Finanzas, con conciencia o sin ella, se ha intentado disminuir a la Institución que dirigen y a los evidentes y cuantiosos aportes al fisco nacional que proporciona la misma. ¿Por qué será?
Incluso, la falta de claridad en sus intervenciones institucionales, llevo a algunos diputados, entre ellos al amigo Crispiano Adames, a ser sorprendido, pues erróneamente se pensó, que la impresión de los billetes de lotería era una concesión que otorga los gobiernos directamente, lo cual sería una verdadera insensatez, pues desde hace 35 años, ello se realiza mediante Licitación Pública, la cual nunca ha sido cuestionada.
La empresa panameña, “Impresora Técnica Especializada”, que se ha ganado la última licitación y otras más, es dirigida por panameños y con trabajadores panameños.
Es una empresa que se ha distinguido por su seriedad, estándares de seguridad y profesionalismo, la cual constantemente invierte en la compra y mejoramiento de sus patrones de calidad y de condicionamiento científico y computarizado, que permite la eficiencia y seguridad al máximo, al mantenerse en constante contacto y asistir a ferias internacionales relacionadas con su especialización y adquirir equipos sofisticados y de alta tecnología, como lo demuestra su nueva planta inteligente eco sostenible y totalmente adecuada para la producción y almacenamiento.
También cumple con un requisito esencial solicitado por la institución en los pliegos de cargos, como lo son las “Certificaciones ISO”, (reconocimientos internacionales que valida que una organización cumple con altos estándares de calidad), que acreditan que dicha empresa produce productos de calidad y con seguridad en la información, esta última certificación, la empresa es la única en Panamá en poseerla, lo cual debería ser motivo de orgullo en nuestro país.
En esta empresa panameña, al servicio de la Lotería Nacional de Beneficencia de Panamá nunca se ha producido una falsificación o robo, precisamente por sus altos niveles de seguridad, lo cual le ha permitido presentar mejor tecnología y precio.
Es decir, se trata de una empresa panameña con altos niveles de eficiencia y seguridad, la cual ha participado de los actos públicos y en buena forma los ha ganado. Pues año tras año, realiza auditorías externas e internas por lo menos dos (2) veces al año, que le garantiza a la Lotería Nacional de Beneficencia de nuestro país, un producto seguro y de calidad, al no escatimar esfuerzos para profundizar su tecnificación y eficiencia.
Por ello, “un cuento mal contado, te puede hacer odiar al inocente y amar al hipócrita” y también a los mercenarios de la usura, sin corazón ni alma para con nuestro país.
Por todo lo anterior, debo manifestar que, desde hace más de 45 años, soy amigo de la Familia Altamirano-Duque Mantovani, propietarios de la empresa que imprime los billetes y chances de Lotería para los panameños, por lo cual, lo expresado es por el conocimiento de primera mano que tengo de la misma y del alto grado de capacidad, valores, seriedad y profesionalismo que tiene Jorge W. Altamirano-Duque Mantovani, quien es su gerente general.