• 19/06/2025 00:00

Los puercos no tienen la culpa, pero...

Sabroso, delicioso, rico y bueno al paladar—aunque algunas religiones prohíben su consumo por ser un animal impuro y de pezuña hendida, Levítico 11 y Deuteronomio 14—pero a veces es desagradable, olores en los lugares donde son criados y la pestilencia abunda, sino son constantemente limpiados los sitios en que se encuentran. Es el puerco, marrano, cochino, lechón, cerdo o verraco ya adulto. Sus scrofa domesticus en el reino animal, y no se si aumenta el colesterol.

Recientemente acaba de concluir un congreso técnico y científico sobre porcinocultura, en donde se analizaron las ultimas metodologías, intercambio de conocimientos, aspectos sanitarios, enfermedades como peste porcina, medidas de bioseguridad, buenas prácticas, comercialización de los productos derivados del cerdo y otros mecanismos acerca de la industrialización, procesamiento y consumo.

Es una actividad agroindustrial comercial de gran impacto productivo y económico en el país y representa una fuente laboral de ingresos en la región, ya que también hay que señalarlos, tiene altos niveles y estándares de calidad, pues ciertas empresas poseen parámetros de eficiencia, márgenes de rentabilidad y son altamente competitivos, se están realizando exportaciones. Existe una inversión en tecnología, técnicas en el manejo de las granjas y mejoramiento genético. Ahora que viene la desgravación arancelaria, ojo al cristo que es de plata.

De manera muy resumida la porcinocultura o porcicultura, según Google: “la actividad dedicada a la crianza, alimentación y comercialización de cerdos, principalmente para la producción de carne de cerdo. Esta actividad incluye diferentes etapas, desde la reproducción y el desarrollo de los animales, hasta su engorde y venta, ya sea para consumo o para la producción de otros productos derivados” Incluye cría y reproducción, alimentación, las instalaciones, manejo de la finca, sacrificio y valor agregado. Los sistemas de producción varían desde negocios o pequeñas emprendimientos familiares o artesanales, hasta grandes empresas con máximos niveles técnicos.

Todo lo anterior viene a colación, y está íntimamente relacionado por el tremendo revuelo que ha causado en la región de Azuero, varias complicaciones—datan de muchos años-- que se entrelazan unas con otras, entre ellas destacan la problemática de la contaminación del agua, distribución de agua embotellada y lo que acarrearía el exceso de las botellas de plástico, y a la misma vez los aspectos derivados de las actividades en las granjas porcinas. Ocurrió una explosión o implosión de manera paulatina de décadas y que no era un secreto en el área, sino una marea de comentarios, tiradera de pelota unos a otros o patear la pelota hacia adelante en lenguaje popular al decir de muchos, pocos eran los responsables, influencias políticas, amiguismo, normas ambientales incumplidas—pues existen hace demasiado tiempo-- recomendaciones que caían en oídos sordos y sacos rotos, y como dicen por allá y por acá: “pueblo chico infierno grande”.

Han coincidido el plano local de un área territorial especifica, las provincias de Los Santos y Herrera, por la posición indicada, con la zona geográfica de Bocas del Toro y Chiriquí, aquí por los tranques, cierres, huelga de educadores a raíz de la exigencia para derogar la Ley 462 y la aprobación de la Ley específica de un régimen laboral dirigida a los productores de banano, recién Ley 471.

La difícil situación, de varios años que se fueron acumulando, como ya mencionamos, abarca a productores, propietarios de granjas porcícolas, procesadores, autoridades locales y nacionales, plantas de tratamientos obsoletas y poco mantenimiento, potabilizadoras en mal estado y las características del bombeo, ciertas lagunas de oxidación no adecuadas, procedimientos de atención a las aguas crudas, muy pocos biodigestores instalados, excesivas lluvias en los ríos y afluentes colindantes, Rio la Villa y Estivana, empleo de agrotóxicos, lugares insalubres de sacrificio, acumulación de desechos y desperdicios vertidos a los ríos, presencia de bacterias y coliformes. En fin, expertos de todo tipo y los que no lo son, han expresado sus opiniones acerca de las circunstancias y elementos ya señalados.

Se han detectado y ubicados varios puntos críticos a lo largo de toda la cadena de factores, variables, procesos desde las granjas y pequeños “chiqueros” hasta el sacrificio y matanza de los animales y su posterior comercialización.

Ahora bien, luego de toda esta parafernalia, estrepito de ideas a contracorriente, hemorragia de opiniones, como ha ocurrido con otros temas nacionales (igual la derogación de la Ley de la Caja de Seguro Social, apertura o no de la mina, el reservorio multipropósito de Rio Indio) con conocimiento de causa o solo repetir estribillos ya conocidos, o incoherencia sobre todos estos temas, han aflorado diversos juicios, desempolvado estudios, análisis, investigaciones al respecto.

Nos preguntamos ante este panorama QUE CULPA TIENEN LOS PUERCOS, translocando el titulo del artículo, ya que como alguien señalo, pareciera que, en la cadena de valor de las discusiones, ha sido relegado a un tercer o ultimo plano, sin atender las reales repercusiones de lo que implica el leitmotiv de la cuestión.

Se sugiere a la mayor brevedad posible recopilar, toda la gama amplia de información y documentación que es conocida, continuar e ir tomando las medidas pertinentes y correctivas, tales inspecciones, adecuaciones, monitoreo del agua, multas y sanciones correspondientes. Lograr estabilizar la actividad sin detener las acciones que se han iniciado con voluntad, decisión técnica y política.

Dice un lema de una asociación de porcicultores, no sé si se cumpla: “El sabor de la alegría, carne de cerdo para todos los días”.

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