Mujer, emprende y exporta

En el mundo de los negocios, las mujeres se han caracterizado por su tenacidad, positivismo, perseverancia, ganas de aprender y espíritu emprendedor, por lo que no es difícil entender las cifras del Monitor de Emprendimiento Global (2019) que deja ver que en Centroamérica hay siete mujeres emprendedoras por cada diez hombres, y que, en Panamá el 14 % de las mujeres entre 18 y 64 años se animan a emprender.

Pese a que no somos nuevos en la región aplicando proyectos para mujeres con ese perfil, hemos visto con mucho optimismo los esfuerzos gubernamentales para apoyarlas y el gran interés que han mostrado las más de 500 panameñas que, a lo largo de todo el país, han dicho sí a la posibilidad de llevar sus creaciones, productos y servicios fuera de nuestras fronteras luego de asesorarse y capacitarse.

Ese camino de instrucción y apoyo, de la mano de la Dirección Nacional de Promoción de las Exportaciones del Ministerio de Comercio e Industrias (MICI), les dará las herramientas necesarias para hacer crecer sus negocios, y principalmente, exportar. Esto, a través de asistencia técnica, mentorías, seminarios, intercambio de buenas prácticas y diagnósticos.

La actual crisis sanitaria mundial ha presentado nuevos retos para la realización de capacitaciones, no obstante, las beneficiarias del proyecto, denominado Mujer Emprendexport, se mantienen pendientes y con buena disposición de atender los seguimientos telefónicos y virtuales que les proporcionan los facilitadores del programa.

Es destacable la actitud de estas panameñas frente a los desafíos, y nos lleva a preguntarnos qué más podemos hacer para impulsar su crecimiento y ampliar sus oportunidades.

Mujer Emprendexport es un programa adaptado a las necesidades del país, ya que su metodología ha conquistado, por medio de la empatía e información clara y estratégica, a todas sus participantes. En el programa aprenden desde cómo legalizar sus marcas y mercadearlas, hasta cómo entender sus mercados meta. Aunado a ello, al culminar su entrenamiento, tienen la oportunidad de participar en ruedas de negocios, en donde podrán aplicar las enseñanzas adquiridas.

Dentro de sus alianzas también cuentan con voceras de éxito como Marlene Saldarriaga, propietaria de Sunny Mills, una pyme nacional dedicada a la exportación de productos a base de tubérculos como yuca, otoe, camote y plátano, desde hace once años. Ella aporta al programa inspirando a sus congéneres, contando su historia. Afirma que nada es imposible, y que todo depende de la visión que se tenga, así como de la constancia y la calidad de lo que se ofrece.

Hay un importante camino por recorrer todavía. Esperamos que todas las beneficiarias del programa no desmayen. Las condiciones que impone la pandemia son difíciles y nos obligan a usar nuevas herramientas, algo que también alcanza a los promotores del proyecto, pero todo valdrá la pena cuando más panameñas puedan emprender y exportar.