• 08/03/2023 00:00

Por un mundo digital inclusivo

“[...] el empoderamiento digital femenino implica que las mujeres puedan participar y tener acceso en igualdad y equidad de género en el mundo digital [...]”

Celebramos un nuevo 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres; este año, bajo el tema lanzado por OnuMujeres: “Por un mundo digital inclusivo: Innovación y tecnología para la igualdad de género”, dirigido a reconocer y a rendir homenaje a las mujeres, a las niñas, a las organizaciones de mujeres y feministas que luchan y promueven el avance tecnológico, la innovación y el acceso a la educación digital, empoderamiento e igualdad de género a nivel mundial.

Se destaca la necesidad de incorporar el acceso a la tecnología a las mujeres y a grupos tradicionalmente marginados de este ámbito, cuya falta de inclusión representa un alto costo, tal como señala el informe Gender Snapshot 2022 de OnuMujeres, al indicar que la exclusión de las mujeres del mundo digital, ha recortado un billón de dólares del producto bruto interno de los países de ingresos bajos y medios en la última década; pérdida que aumentará a 1,5 billones de dólares en 2025, si no se toman medidas urgentes.

Otro de los objetivos de la temática este año, busca concienciar y analizar los efectos que tiene la brecha digital de género, en el crecimiento de las desigualdades económicas y sociales; destacando también, la importancia de proteger efectivamente, los derechos de niñas y mujeres en los ámbitos digitales, para evitar la violencia digital de género que, según un estudio efectuado en 51 países, las mujeres han sido víctimas de un 38 % de violencia en línea.

Y si bien por una parte, la revolución digital abre las oportunidades, por otro lado, también implica el riesgo de perpetuar las dinámicas actuales de la desigualdad y la violencia de género. Las crecientes desigualdades, son cada vez más evidentes en el contexto de las habilidades digitales y el acceso a las tecnologías; brecha digital que deja atrás a las mujeres.

Para ejemplificar esta brecha digital, basta mencionar que en el año 2000 un total de 312 millones de personas estaban conectadas a internet; cifra que llegó a 3400 millones para el año 2016 y a finales del 2020 a los 4660 millones. No obstante, aún existe un 40 % de personas sin acceso al mundo digital.

En ese contexto, es innegable que las mujeres tienen mayor brecha en el uso de servicios digitales como educación en línea, teletrabajo, diversos trámites virtuales y comercio electrónico. Su participación es baja en la industria tecnológica y tienen poco interés por estudiar carreras en la ciencia y la tecnología, entre otras; ellas solo representan menos del 20 % de los ingenieros que desarrollan y edifican el mundo digital. Y además, los dueños de las compañías tecnológicas y de comunicación, son mayoritariamente hombres.

Se estima que hasta el 2133 terminará la brecha de género en el sector de las TIC. ¿Y cuál es la causa de esto? La respuesta está en la educación. Es por ello, que un futuro sostenible demanda una democratización de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), promoviendo y desarrollando una educación digital e inclusiva, mediante una tecnología transformadora, que permita el acceso universal de oportunidades informativas, de educación, ocio o laborales sin distinción de sexo.

¿Cómo se logra una inclusión digital en la que todas las personas puedan tener acceso, contribuir y beneficiarse de la economía y el mundo digital? Para que eso pueda ser una realidad, deben superarse algunos retos como son, la accesibilidad, habilidades digitales, asequibilidad. Se puede lograr, promoviendo y desarrollando distintas iniciativas, como son:

- Alfabetización digital: a través de la formación básica y aprendizaje continúo en tecnologías de la información y la comunicación (TIC), para el aprendizaje de habilidades digitales.

- Acceso a las TIC: garantizando infraestructuras, precios y facilidades de uso.

- Inclusión social: promoviendo el acceso a los sectores más desfavorecidos de la sociedad con programas específicos que les ayuden a incorporarse al mundo digital, así como las tecnologías de asistencia que faciliten el acceso a las personas con discapacidad.

Por tanto, el empoderamiento digital femenino implica que las mujeres puedan participar y tener acceso en igualdad y equidad de género en el mundo digital y la clave para lograr el acceso a un mundo digital inclusivo y diverso, lo constituye el empoderamiento y la autonomía femenina en la era de la transformación digital. Como dice Randi Zuckerberg: “Necesitamos más figuras modelo femeninas que sean buenas en tecnología, que sean emprendedoras. Hoy, no aparecen muchas mujeres así en los medios, y si las niñas no se ven representadas en la televisión como inteligentes, buenas en matemática y ciencias, no tienen ningún referente mientras crecen”.

Abogada, escritora y feminista.
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