Frente a la ola de corrupción: ¡basta ya!

El 16 de mayo un grupo de panameños, de ideas y posiciones políticas diferentes, nos reunimos en el Colegio Nacional de Abogados para expresarnos ante el país en comunicado que transcribo, ‘sobre las consecuencias que enfrentará la Nación el 1º de junio, ante las expectativas de conocerse las confesiones de Marcelo Odebrecht y sus 77 ejecutivos, respecto a las coimas pagadas en todos los países en que trabajó, incluyendo a Panamá, donde ha sido el mayor contratista de los últimos tres Gobiernos, como lo han demostrado las declaraciones de Joao Santana y su esposa Mónica Moura. La corrupción se da y crece como nunca antes, contagiando todos los estratos de la sociedad panameña'.

Señalamos que, como ciudadanos, teníamos ‘la obligación de:

1) Exigir al presidente de la República que solicite al Gobierno de Brasil las informaciones sobre las delaciones premiadas de las investigaciones de Odebrecht.

2) Exigir que todo servidor público involucrado en los mencionados escándalos, cualquiera sea su cargo —ya sea producto de elección popular o designación—, renuncie inmediatamente o sea separado, de acuerdo a las normas constitucionales y legales.

3) Exigir el rechazo de todo intento de las autoridades del Ministerio Público y del Órgano Judicial de encubrir a cualquier persona mencionada en las imputaciones de Odebrecht, alegando legalismos inaceptables, ya que se trata de la macrocorrupción jamás antes vista en la historia patria.

4) Exigir, con toda la fuerza de una ciudadanía responsable, a las autoridades competentes, la celeridad en los procesos contra los sobornados según las confesiones, con el objeto de romper con la impunidad reinante.

5) Exigir la aprobación inmediata de una nueva Ley de Contrataciones Públicas que marque claramente un antes y un después en la contrataciones del Estado, liberándolas de corrupción.

6) Exigir la defensa de los intereses nacionales garantizando la agilización al más alto nivel gubernamental de la extradición de los investigados en los robos al Estado panameño, principalmente al expresidente Ricardo Martinelli Berrocal, como garantía del funcionamiento de la justicia panameña, así como la recuperación de los dineros robados.

7) Exigir que en las auditorías que se practiquen por parte de la Contraloría General de la República se incluyan todas las obras multimillonarias construidas en los tres últimos Gobiernos.

Los ciudadanos tenemos que lograr un cambio radical frente a las confesiones de Odebrecht sobre sus hábitos corruptos, que afectan a toda la población, principalmente a los más pobres, y frente a la impunidad que tiene al país defraudado, indignado y desconfiado de las instituciones del Estado, poniendo en grave peligro la democracia y a la convivencia pacífica que queremos dejar como legado a nuestros hijos y nietos, saneado del cáncer de la corrupción y la impunidad.

Panamá es de todos los panameños y debemos rescatarlo. Tenemos la responsabilidad de organizarnos y activarnos en nuestras comunidades, gremios y grupos sociales. Estamos ante un despeñadero que solo puede evitarse con un compromiso y acción del poder ciudadano, antes de que sea muy tarde.

Rescatemos a la República Democrática. Rescatemos la decencia de los panameños. PANAMÁ NOS NECESITA'.

Entre los firmantes de este comunicado están Eloy Alfaro, Olimpo Sáez, Alejandro Garrido, Ana Elena Porras, Abraham Rosas Araúz, Mariela Sagel, Raúl Ossa, Milton Castillo, José Trinidad Castillero, Raúl Montenegro, Camilo Brenes, Ramiro Guerra, Juan Carlos Araúz, Irma Araúz, Moisés Carrasquilla V., Santander Tristán, Rodrigo Escobar, Ángel Álvarez, Carlos Raúl Moreno, Ricardo J. Bermúdez D., Alfredo Oranges, Guillermo Márquez Amado, Alvin Weeden, Luis Daniel, George Kourany, Rafael Candanedo, Víctor Martínez, Ricardo Ríos Torres, Guillermo Ríos, Lisímaco López y López, Ursula Kinner y yo.

Sabemos que en el país se reúnen muchos grupos preocupados por la difícil crisis que atravesamos. El objetivo del grupo es lograr la organización de todos los que queremos vivir en un país sin corrupción y, sobre todo, sin impunidad.

ABOGADO Y POLÍTICO.