• 21/10/2011 02:00

Por un ‘Pacto Social’ panameño

Recientemente leí con mucha satisfacción las exhortaciones del Licenciado Luis Barletta por un ‘Pacto Social panameño’. Aunque, como en...

Recientemente leí con mucha satisfacción las exhortaciones del Licenciado Luis Barletta por un ‘Pacto Social panameño’. Aunque, como entiendo, fue un llamado principalmente a los miembros de las mesas del PRD, su enfoque; me deleitó. Presiento que es posible que su propuesta pueda constituirse en semillas que germinarán una nueva visión positiva para nuestra nación. Comprendo que los oradores políticos los tenemos ‘pa’ rato’ y que sus palabras no significan lo que políticamente pregonan, sino que son implementadas. Por esta razón esperaré ansiosamente —si es que el Lic. Barletta se postula oficialmente como candidato— las propuestas específicas para la implementación de dicho ‘Pacto Social’.

Para aquellos quienes no han leído el desafío moral a su partido y por ende a la contienda política cito: ‘Llegó la hora de promover un nuevo ‘Pacto Social’, pero de verdad, que inspire respeto, compromiso y que nos devuelva el amor de los panameños... Devolvámosle el partido a Omar y a su pueblo, para que podamos elevar a política de Estado la educación, la salud, la seguridad y la producción de alimentos, como necesita nuestra patria’. (La Prensa 30/9/11).

He sido politólogo por más de 40 años y el llamado a un ‘Pacto Social’ no es nada nuevo. En 1994, bajo el liderazgo del entonces congresista Newt Gingrich, los congresistas del Partido Republicano estadunidense firmaron el ‘famoso’ ‘Contrato con América’ —esencialmente ocho propuestas reformativas— que los llevó a la victoria en las contiendas de medio término durante la administración de Bill Clinton. No obstante su victoria el ‘contrato’ fue un fracaso. El presidente Bush, quien reemplazó a Bill Clinton, ni siquiera intentó implementarlo. Gingrich perdió su posición como ‘presidente’ de la Cámara de Representantes. Lo importante de cualquier ‘pacto’ o ‘contrato’ es su contenido.

Lo interesante del discurso de Barletta es el hecho de que ninguno de los supuestos candidatos y precandidatos presidenciales hasta la fecha ha ofrecido nada parecido y lo que hemos recibido ha sido lo mismo de siempre: promesas de atacar la corrupción, ataques personales y un sinnúmero de bochinches políticos. Careciendo de la visión que conlleva programas específicos de cómo encaminar el país a un mejor futuro, sabiendo que tendremos que pagar el precio del deseado viaje, muchos se engrandecen flagelando contra la corrupción y la inmoralidad. ¡Eso es fácil de hacer! Históricamente la política panameña ha sido una de ‘fraudes’, ‘paquetazos’, ‘compra de votos’, en fin, de corrupción. Me acuerdo que de muchacho en los arrabales, las afueras, y nuestro interior, los políticos ofrecían barriles de cerveza a cambio de votos. Es innegable que tenemos que tratar de eliminar esas prácticas. Pero no nos será fácil; los políticos son seres humanos y no santos y por ende susceptibles a la tentación. (¿Cuántos de nosotros no hemos pagado la ‘coima’ del policía para evitar una boleta?) Lo que sí podemos lograr mediante un sistema transparente, justo y abarcador es reducir las flaquezas morales —sin perdonarlas— de aquellos que defraudarán a la Nación. Pensar que acabaremos con la ‘corrupción’ en su totalidad, como muchos predican, es ser ingenuo. ¡Para muchos el camino a la riqueza personal es la política! Esperaré los particulares del llamado ‘Pacto Social’.

*ESCRITOR Y DOCENTE UNIVERSITARIO.

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