• 17/10/2015 02:00

El pasado concatenado al presente

En el examen del acontecer histórico de nuestro país, cuenta cada uno de sus componentes a los propósitos de llegar a un diagnóstico útil 

En el examen del acontecer histórico de nuestro país, cuenta cada uno de sus componentes a los propósitos de llegar a un diagnóstico útil sobre el presente, en forma objetiva, cuyos resultados serán desfigurados o adulterados, si bajo el lente del laboratorio no concurren todos los elementos, si se llegara a considerar que algunos no merecen la menor importancia, resultaría contraria a la realidad.

De allí que abundan opiniones precipitadas y, por lo mismo, erróneas, sobre la crisis social que todos padecemos en nuestro país, en que a no pocos les parece que es semejante a la de 1968, cuando la cúpula militar empuñó las armas para derrocar al presidente constitucional, doctor Arnulfo Arias Madrid, quien desde la toma de posesión estuvo convencido de que su permanencia en el poder sería efímera, tras un somero examen de su propia alianza política. que le permitió el triunfo electoral. Se dijo seguramente, consultando con su propia conciencia, que por lo menos le cabría el honor de haber lucido una vez más la banda presidencial, tras desahogarse antes de rancios rencores contra sus eternos enemigos, los militares.

Claro que ese razonamiento del líder de Arco Iris, heredero siempre de un caudal político, le hacía sombras en el razonamiento para poder entender a cabalidad que todos los obstáculos para gobernar y convertirse en un verdadero estadista, se derivaban de ideologías adquiridas cuyos mesiánicos, enloquecidos como Adolfo Hitler y Mussolini, hubo que enfrentarlos en que para alcanzar la Victoria, fue a costa de la pérdida de millones de seres humanos y los cuantiosos daños materiales a nivel mundial, con afectación a importantes valores que se habían logrado en todos los órdenes de la civilización universal.

Creo que no hay que perder de vista que el Dr. Arias fue figura militante de importancia en nuestro país por más de medio siglo, sin ninguna contaminación con la oligarquía criolla, pero propiciatoria de una enorme desconfianza en el seno de los gobernantes norteamericanos y su enemigo recalcitrante durante aquellos instante de 1941 y 1949 que asumió las riendas del poder, con igual brevedad como presidente.

Creo que los desencajos de las ideas políticas de Arias, fueron acelerando un nacionalismo, en atención de esa falta de afianzamiento institucional democrática, siempre tenía a la vuelta de la esquina la posibilidad de ser derrocado por los militares y decimos sin descartar el desencanto en el que el pueblo contaba, para que las armas dieran su última palabra.

Basta una mirada retrospectiva en nuestra historia política para detenernos en el momento en que el Ing. David Samudio se disputaba frente a la suya la Presidencia de la República en 1968, para comprender que se repetiría estruendosamente, su derrocamiento, pero esta vez los militares se harían del poder con la dureza de su permanencia dictatorial. Pero cosas de la historia, luego con el entendimiento que hubo entre EE.UU. y el general Torrijos, logramos acabar con el enclave colonial en que táctica y estratégicamente tuvimos que ceder, pues el logro en las negociaciones no podía ser en su totalidad, pero debemos admitir que Arnulfo Arias, como figura controversial, de causa y efecto, precipitó la marcha de nuestra historia en un desenlace fructífero.

ABOGADO Y PERIODISTA.

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