• 17/01/2010 01:00

¿Merece la pena jubilarse?

Tras una larga travesía profesional, llena de problemas y satisfacciones, llega el momento de la jubilación. Para muchos es la meta dese...

Tras una larga travesía profesional, llena de problemas y satisfacciones, llega el momento de la jubilación. Para muchos es la meta deseada después de una vida de sacrificio y dedicación. Para otros es un momento complicado, que marca la entrada a un mundo desconocido.

El jubilado al llegar a esta etapa de su vida muchas veces puede tener sentimientos de inutilidad, inseguridad, miedo y dolor, con una tendencia nostálgica de recuerdos laborales. Dependiendo de la persona, la jubilación puede ser un premio o una condena. En función de cómo se enfoque, puede resultar una etapa llena de alegría y entretenimiento, o puede representar el declive de una vida entregada al trabajo.

En la mayoría de los casos, cuando la persona se jubila significa que ha estado más de 40 años trabajando, dedicada la mayor parte de su tiempo a su actividad profesional, relegando a un segundo plano sus aficiones, sus amigos y, en ocasiones, a su familia. No obstante, cuando llega el momento de su retiro, se ve desbordada por la incertidumbre y se plantea preguntas como: “ ¿Tendré dinero suficiente para mantener el mismo ritmo de vida? ¿Me aburriré? ¿Ya no sirvo para trabajar? ”.

Para muchos continuar su actividad laboral, y además de recibir su cheque de jubilación, es una solución a sus problemas económicos. En un sondeo realizado a 120 personas, entre hombres y mujeres, próximos a jubilarse y con un nivel socioeconómico medio, el 97% dice sentirse descontento al no retirarse a disfrutar del merecido descanso, porque, de este grupo, el 87% continuará su actividad laboral, porque no le alcanza el dinero por el alto costo de la vida y por pagar deudas adquiridas. El 8% de los encuestados decide continuar trabajando, para darse ciertos lujos que no pudo tener durante sus años de servicio, debido a su bajo salario. Solo el 3% lo hará por no sentirse improductivo.

Pero, si usted está próximo a retirarse, permítame decirle que el cambio que va a sufrir su vida es brusco y para tratar de reducir sus efectos conviene tomar ciertas medidas.

Para ello, las instituciones públicas y empresas privadas deben desarrollar una serie de iniciativas que favorezcan la adaptación a un nuevo estilo de vida con programas de introducción a la jubilación, centrando su contenido en la actitud de las personas, en las recomendaciones económicas y de salud, con el propósito de estimular a los futuros jubilados a aprovechar el tiempo libre.

Cada persona posee una percepción diferente de lo que representa esta situación. Lo importante es que después de años de sacrificio, ahora tiene más tiempo disponible que puede disfrutar con amigos, familia, practicar algún deporte, organizar viajes turísticos y culturales, estudiar e incluso colaborar en trabajos no remunerados en hospitales, asociaciones de volun tarios, etc.

No es verdad que los jubilados sean inútiles o constituyan una carga difícil de soportar o se conviertan en improductivos. Nos dieron mucho cuando se encontraban en plena fuerza; nos lo dan ahora con su presencia venerable, con su sufrimiento silencioso, con su palabra acogedora. Privar a la humanidad de los jubilados sería tan bárbaro como privarla de los niños.

Con la preparación a un nuevo estilo de vida, los futuros jubilados se sentirán más confiados y podrán disfrutar del merecido descanso.

*Especialista de la conducta humana.gemiliani@cableonda.net

Lo Nuevo
comments powered by Disqus