• 03/07/2019 02:00

Violencia contra periodistas persiste

La fidelidad a la verdad, hace que la noticia sea objetiva y meticulosa.

La disciplina periodística se ha involucrado tan profundamente en la realidad social, que los profesionales que la ejercen son conscientes de la importancia de su gestión cotidiana en busca de información y reproducción de los acontecimientos. Casi como un historiador, como dijera el escritor Carpentier, cada pieza que debe divulgar un medio es un recuento de los hechos ocurridos en algún momento y que informa a la comunidad.

La fidelidad a la verdad, hace que la noticia sea objetiva y meticulosa. Que ella contenga la expresión exacta de sus actores y por tanto involucra a terceros. Cuando estos no están satisfechos con el contenido o cualquier otro aspecto de la nota, pueden producirse roces, contradicciones que tienden a ser superados a través de diversos instrumentos; pero también las diferencias pueden llegar a perturbar al autor del relato o comentario publicado.

Cuando se llega aquí, puede ocurrir un evento que implique al reportero, redactor o corresponsal de manera legal o también, que sea víctima de algún tipo de iniciativa violenta por parte del sector que se siente perjudicado. Diferentes instituciones y organizaciones internacionales, consideran que es una garantía para los periodistas, poder realizar sus labores en un clima pacífico y que sea contexto de su seguridad.

Al respecto, opina la Corte Interamericana de los Derechos Humanos que ‘el ejercicio periodístico solo puede efectuarse libremente cuando las personas que lo realizan no son víctimas de amenazas ni de agresiones físicas, psíquicas o morales u otros actos de hostigamiento'. Las estadísticas de tales atentados en América Latina son preocupantes por el incremento de incidentes y sobre todo por la vulnerabilidad de quienes se ocupan tal labor.

La periodista y profesora colombiana Marisol Cano Busquets acaba de presentar un libro en Bogotá denominado ‘Violencia contra los periodistas', un amplio estudio sobre esta materia en que analiza de manera exhaustiva esta preocupación que circula en diferentes países que a veces, se pierde en las complejidades sociopolíticas.

En más de 550 páginas, este documento analiza la gravedad de este acoso contra una profesión que solo se ocupa de transmitir datos informativos; sacar a la luz componentes de una sucesión de acciones para que la audiencia conozca la esencia del fenómeno.

No es una tarea fácil, a juicio de la autora; ‘la construcción analítica del concepto de violencia como del fenómeno de la violencia contra los periodistas resulta entonces compleja…'. Aún así, Cano se propuso ‘construir un marco global analítico de la lucha frente a la violencia contra periodistas que incluya conceptos, las políticas, los sistemas de medición y evaluación, las metodologías de trabajo, las estrategias de seguridad y protección…'.

Además, consideró ‘las líneas de acción frente a la impunidad y los mecanismos de intervención prevalentes en los albores del siglo XXI'. El trabajo enjundioso de Cano logra sistematizar un amplio caudal de documentación y revisión de antecedentes para alcanzar ‘contrastar descripciones, explicaciones y evaluaciones de los contenidos analizados'. En su indagación consultó a las principales organizaciones mundiales de derechos humanos.

La investigadora sistematiza 18 tipos de acometidas contra el ejercicio profesional del periodismo y de ellas, el asesinato ocupa el primer lugar con 18.7 %; en segunda posición amenazas, intimidación, vigilancia legal y acoso, 15.4 %, en tercero, el encarcelamiento con 10.4 % y en cuarto puesto, restricción, ataque y vigilancia de la red, 10 %. Estos indicadores son esclarecedores de la frecuencia con que ocurren tales muestras de intimidación.

La obra de la doctora Cano es sobresaliente. Se interna en la anatomía de esta relación que afecta la importante tarea y expone sus perspectivas para la toma de decisiones y desarrollo de políticas que garantizan un mejor desenvolvimiento y el respeto a los derechos humanos en estos casos.

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