Preocupa la educación nacional

Con suma preocupación vemos los padres de familia el futuro de la educación en nuestro país. Poca seriedad se le pone a este tema por el que, a pesar de ocupar titulares de noticia, nadie hace nada para asegurar el servicio de enseñanza. Por un lado, las escuelas públicas sufren un deterioro físico y la deficiencia de personal docente, situación que se agravará más con la migración de estudiantes del sector privado. Las escuelas de la urbe capitalina son las que más van a sufrir este fenómeno.

El mismo Ministerio de Educación reconoce que un gran número de estudiantes de escuelas privadas se ha cambiado para las públicas y tendrán que afrontar este problema que, como sabemos, no es fácil de atacar.

Existen en la Asamblea Nacional dos anteproyectos de ley impulsados por dos diputados, que no conocen nada de materia educativa, en los cuales se pretende regular la educación privada, argumentando algunos puntos que, más que hacer el bien a los padres de familia, perjudican el avance de la educación y dirige al cierre inminente de las escuelas particulares.

Vivimos en un país democrático, en donde existe la libre competencia y, hasta la fecha, los padres de familia gozamos de la libertad de escoger el centro educativo que mejor favorezca a nuestros hijos y que esté al alcance de nuestros bolsillos.

Los medios de comunicación satanizan la educación privada, no se habla de aspectos tan importantes como que los exámenes de admisión de las distintas universidades del país solo los pasan los estudiantes del sector privado.

Esto indica la gran deficiencia de la educación pública y que muchos padres con mucho pesar se verán obligados a matricular a sus hijos en colegios públicos.

Las escuelas particulares manifiestan que el alza de matrícula no depende de ellas, ya que tienen que afrontar el aumento de salarios de docentes y todos los demás gastos de inversión. Pues, los que tienen que pagar este precio, somos nosotros, los padres de familia.

MADRE DE FAMILIA.