Sabores del Chorrillo

Pasaron agachados mientras se debatía el destino de la Ciudad histórica de Panamá ante las amenazas de pérdida del ‘Valor Excepcional Universal' —VEU—, del sitio histórico de la humanidad en territorio panameño. Ahora levanta el lomo el alcalde del Distrito Capital, anunciando la apertura del fritódromo, una de las cerezas que la constructora Odebrecht le puso al paquete que justificó el cambio de una propuesta, casi consensuada, de construcción de un túnel que no afectaría el VEU del sitio, por un anillo de cemento frente a los muros protectores de las Bóvedas. Era pues la nueva propuesta para la Cinta Costera III, prolongando los sueños de Martín Torrijos y hasta del exalcalde Navarro.

Hubo como un ‘acuerdo tácito' en todo este juego de ajedrez... El Municipio de Panamá aceptó ser mutilado —como si le cortaran a un toro uno de sus testículos—... (Ver mi escrito Sitios históricos en peligro). Por supuesto que esta semicastración de su territorialidad, lo haría volcarse sobre Santa Ana y El Chorrillo, con propuestas ‘lights', tales Centros de Alcance Positivo, en principio adscritos al Comité Municipal de Prevención de Violencia CMPV. Prácticamente, jugó al ‘tío Conejo'. Se declaró muerto y semiimpotente. Ni dijo ni hizo nada para escuchar, al menos, las protestas ciudadanas ante el deterioro premeditado del VEU del sitio histórico de la Ciudad Capital. La nueva Administración Municipal cuenta entre sus gerencias de trabajo la cultural. Allí nombró a una activista impulsora del proyecto ley que creaba el Ministerio de Cultura, vetado por la administración anterior. ¿ No tiene nada que decir hoy?

Cuando al frente de la Delegación de Panamá ante la reunión 35 del Comité del Patrimonio Mundial de Unesco, en París, se nombró al ministro de Obras Públicas, integrando igualmente a uno de los técnicos de Odebrecht. ¿Qué papel jugó el INAC, y su bailadora de turno, ante el Comité? Pues, siguió el bailoteo, es decir, acatando instrucciones del jefe del MOP/Odebrecht, para lograr en los pasillos de la Sala I, por dentro y a la hora del ‘break', el consenso que se necesitaba, para suspender la decisión, que todavía sigue en suspenso, además de poner el sitio histórico de la ciudad en la lista de patrimonio en peligro. Como se verá, no es asunto de ‘pudor', como hemos leído en un artículo de opinión.

Este fritódromo, rebautizado hoy por el alcalde municipal ‘Sabores del Chorrillo' para ‘quemar' pistas, sigue engordando el manejo negligente y deliberadamente irresponsable de un bien inscrito en la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad. Que Cuquita Arias se preste para ponerle perfume a la podredumbre e irresponsabilidad, la coloca en la misma longitud de onda del otrora representante de Dior para América Latina, entronizado Delegado Permanente de Panamá ante la Unesco, sin ánimos de ofender ni a la una ni a la memoria del otro.

En el escrito que menciono anteriormente, comparaba la situación con la enfrentada por la Federación rusa ante el Comité de Unesco. Sometieron un paquete de 13 proyectos de ‘construcción' para el desarrollo dentro del sitio histórico de Yaroslavi. Se incluían ‘museos', centros culturales, RECONSTRUCCIÓN DE LA CATEDRAL, mayúsculas nuestras, residencias, oficina, estacionamientos subterráneos, gimnasios (Odebrecht, proponía, piscinas, además del Maracaná y el fritódromo). Anoten, que no hay venta de comidas. Yaroslavi/San Petesburgo/el Casco Antiguo, entre otros ejemplos que pudiera citar, están apostando para no entrar en la lista de sitios históricos de la humanidad en peligro.

En nuestro caso, el Alcalde Municipal, y su gerencia cultural, terminarán hundiendo al Casco en las profundidades de los ‘sitios en peligro', si no es que logran, con esta decisión irresponsable a todas luces, que salga de la lista del patrimonio mundial de la humanidad. ¿Será este el nuevo escenario?

¿Qué camino le queda a la sociedad civil, organizada o no? Pienso que toca ir al fondo de la Convención del Patrimonio Mundial y sobre las bases de un examen técnico especializado y de jurisprudencia internacional, elevar ante el Comité del Patrimonio Mundial (digo Comité, no Centro del Patrimonio Mundial) que se definan nuevos crímenes contra la humanidad, no nuevos límites, como el Gobierno actual y sus embajadores están pidiendo para el Casco y para Panamá Viejo. Este terrorismo cultural, ejercido por los Gobierno incapaces y sus instancias, municipales o estatales, de asegurar la conservación y preservación, rehabilitación de los sitios históricos inscritos como patrimonio de la humanidad, tiene que ser definido claramente, para que los ciudadanos exijan garantías de seguritarias, tanto para las piedras, como para los habitantes dentro de ellos.

No resuelve este fritódromo, para nada, la semicastración territorial del Municipio de Panamá de sus raíces históricas, artísticas y filosóficas, como tampoco plantea una política municipal integral de recuperación e inserción cultural, artística, científica, educativa, deportiva, de los arrabales de la ciudad. ¡No es por el estómago, Señor Alcalde! Es por el pensamiento y la responsabilidad, el conocimiento de la historia del Municipio que le toca gobernar. Y no venga ahora a pedirle al Comité de Prevención de Violencia que justifique su existencia. Si de existir se trata... ¡hablemos, Señor!

FILÓSOFA Y ESCRITORA.