• 25/02/2015 01:00

UP: eternización del poder

En este sentido, proclamada entonces la reelección del rector de la UP, en rigor, cumple tan solo para satisfacer ambos cometidos

Se anunció la decisión reeleccionista del Dr. Gustavo García de Paredes, por sexta oportunidad y cuarta consecutiva como rector de la UP. En el curso de los dos últimos periodos presidenciales —M. Torrijos y R. Martinelli—, en el primero la Asamblea Nacional le autorizó una tercera reelección. En el último, se la concedió ad perpetuum.

La eternización del poder a manos de quienquiera alumbra a instancia del régimen dictatorial o el mismo encubierto bajo una reelección perpetua. Las razones inminentes y obvias para detentar grotesca prerrogativa obedecen solo al interés para la dominación de los gobernados y del enriquecimiento personal. Asimismo, este régimen personalizado para dominación y enriquecimiento estriba en que al ostentarse incurre descoyuntando el régimen de derecho que reposa sobre la base de pesos y contrapesos entre diferentes instituciones y organismos rectores. Implantada esta implementación, procúrase la obtención de la armonía del régimen de derecho. Su objetivo es prevenir desmanes y arbitrariedades que socaban el régimen constitucional nacional. Contraponiéndose, impide corresponder cuando imbuye así para instrumentación de una dominación omnímoda.

En este sentido, proclamada entonces la reelección del rector de la UP, en rigor, cumple tan solo para satisfacer ambos cometidos. Basta corroborar que el rector magnífico de la UP se autoproclama autoridad omnímoda para la administración y manejo unipersonal de todos los recursos a manos de la institución, protegida por autonomía. En cambio, jamás ha enrostrado auditoría ninguna por parte de la Contraloría. Pesar a que rige un requisito indispensable de las leyes nacionales para efectuarse anualmente. Implícito lo precedente, el patrimonio y recursos de los cuales ostenta la UP han padecido brutalmente esquilmados y malversados, a ultranza de las incontables denuncias públicas que por años han enfrascado al respecto.

Entretanto, la reelección del rector magnífico, con abierto desparpajo, se impulsa. El control omnímodo que por años viene éste ejerciendo en la UP y nombramiento de dedo de sus autoridades, docentes, administrativos y trabajadores no podrá ser, pues, obstruido. Menos se podrá refrenar, puesto que internamente goza del blindaje que le otorga un voto ponderado, donde el 60 % del mismo recae en este mismo estrato, que controla y rubrica nombrado como adeptos.

DOCENTE UNIVERSITARIO.

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