• 30/05/2024 23:00
Entrelíneas

Abandonar el chiquitaje

[...] Panamá puede repuntar a lo grande. Tiene un canal [...] y es la conexión de América con el mundo

No es el tamaño, es el sentir interno de cada ser. En los seres humanos, no importa si es alto, mediano o pequeño; una persona puede ser grande por lo que hace, por lo que transforma, por lo que proyecta. Así mismo ocurre con las naciones. Un país puede ser muy pequeño en territorio, pero grande en su proyección ante el mundo. Así vemos ejemplos tan extraordinarios como Singapur, que solo mide 719 kilómetros cuadrados y es un faro mundial. Pero tenemos países tan grandes territorialmente, pero la pobreza campea en sus habitantes. Panamá no debe permitirse ser pequeña o mediana; tiene todas las cualidades para hacerse sentir en el mundo; rugir como los grandes. Dice el presidente argentino Javier Milei que Europa dejó de crecer cuando le puso reglas a todo. Milei está poniendo en marcha una transformación en Argentina sin precedentes y si tiene razón, destetará a Argentina del chiquitaje. El mundo está a la expectativa. Pero más allá de lo que practique Milei en Argentina, Panamá puede repuntar a lo grande. Tiene un canal por el que transita el seis por ciento del comercio mundial y es la conexión de América con el mundo. Solo tenemos que creérnolas y no abandonarnos como hasta ahora. Triste es ver que aquí no somos capaces siquiera de suplirnos de rubros como la cebolla, aunque tenemos tierras, agua y tecnología a la mano. Tenemos que abandonar el chiquitaje y apuntar a lo grande. Seguir con complejos es seguir en el error. ¡Así de simple!

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