• 24/07/2015 02:00

Limpiemos la Concacaf

Es hora de barrer con la dirigencia corrupta enquistada en las organizaciones deportivas

La historia registra el nacimiento del deporte como una forma de esparcimiento, de relajación, de unidad... A lo largo de los años, el deporte ha evolucionado de tal manera que se ha convertido en un negocio muy lucrativo. De hecho, miles de atletas sueñan con ser profesionales, porque resuelven sus vidas económicamente y, al mismo tiempo, se consagran como héroes en sus países. Lamentablemente, el negocio del deporte empieza a perder el norte. Ya los triunfos de los atletas o de los equipos se calculan de acuerdo al rédito. Fuera de esto, la avaricia ha penetrado a las propias organizaciones deportivas. El miércoles esto quedó en evidencia en el juego Panamá-México. Aquí un arbitraje canalla permitió que el equipo azteca pasara a la final sin haber ganado en la cancha. Panamá no perdió; perdió el deporte. Ya es hora de hacer limpieza. Barrer con la dirigencia corrupta que está enquistada en las organizaciones deportivas y que, lejos de promover la sana competencia, enaltecer a los atletas, lo que hacen es frustrar, mancillar y ser ejemplos negativos para nuestras sociedades. ¿Cómo inculcarle a los niños que el deporte es nobleza? En este juego no queda de otra que exigir una limpieza total de la Concacaf, que contrario a ser una dirigencia honesta, está plagada de corrupción.

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