Los peligros de renegociar

L oable el propósito del gobierno de anticipar la recuperación para el Estado de los corredores Norte y Sur. Las recientes auditorías han demostrado cuán lejos están aún PYCSA e ICA de lograr las metas pactadas para que estas vías retornen a los panameños. Sin embargo, no podía escoger peor momento el Ejecutivo para iniciar la renegociación de los contratos. Para nadie es un secreto que una de las condiciones para lograr el grado de inversión al que aspira Panamá, es que el país ofrezca seguridad jurídica para el capital extranjero. Y renegociar, no importa cómo quiera presentarlo el gobierno, a los ojos de los inversionistas internacional es un cambio en las reglas del juego que afecta la confianza en el país. Martinelli tiene que escoger cuál es su prioridad. No es posible insistir en recorrer simultáneamente dos caminos que claramente van en contravía.