Un veto parcial

El veto parcial a la Ley de Descentralización que a la velocidad del rayo aprobó la aplanadora perredista no repara lo que en el fondo hay detrás. Lejos de que se asegure que la ley busque darle a los municipios la autonomía necesaria, lo que hay detrás es que el partido perredista quiere asegurarse de un fondo para subsistir al haber perdido el poder. Esta realidad trastoca el espíritu y la necesidad de la descentralización municipal, porque si los alcaldes no han podido con el problema de la basura, mucho menos podrán con más responsabilidades. La descentralización es necesaria, pero debe ser un acuerdo con participación de la comunidad. No debe nacer como lo hace hoy, con un objetivo político para beneficiar a unos pocos. ¿Hasta cuándo?