Cuidado con el sector salud

Nunca ha sido fácil conciliar intereses de gobiernos con los de los médicos. Y para nada es popular ni humano que los paros , que son la “negación en los servicios de salud”, sean instrumento de negociación, con lo que vienen a pagar los platos rotos los de siempre: la población. Pero el gobierno puede ahorrarse estas crisis, minimizarlas, evitando planteamientos que bordean los límites de lo permisible. Puede también evitar presionar al personal de salud, sacando provecho del malestar que generaría un paro de labores en los usuarios de servicios médicos. Estos se sienten un peón útil en el ajedrez ajeno. Sobre un reglamento, necesario como puede ser por orden y eficiencia, también pudiera convertirse en instrumento de manejo y domesticación por lo que es necesario proceder de buena fe y llegar a un acuerdo entre las partes.