El papel determinante de los medios

En estos momentos en que el país se maneja por intereses particulares, donde la Asamblea Legislativa es un brazo del Ejecutivo y el Judicial acoge a nuevos miembros en su máximo tribunal que, más que por méritos, llegan por sus influencias, el papel de los medios de comunicación social es fundamental.

Y es que no hay contrapeso y al no haberlo, puede conducirse el país a la vorágine de la destrucción. A muchos no les importa la lucha contra la corrupción, sino la destrucción del enemigo también corrupto.

Los medios de comunicación, entonces, tienen que ser la voz sensata del país, que conduzca a la sociedad por el sendero de luz. No se trata del quién; de lo que se trata es del qué. Donde el quién son los corruptos y el qué la corrupción.

Esto significa que si nos concentramos solo en el quién, es posible que los eliminemos, pero mientras siga intacto el qué, lo que provoca la corrupción, saldrán nuevos corruptos y vuelve el círculo vicioso de nunca acabar.

Pero los medios de comunicación también tienen que hacer su trabajo y no prestarse para la protección de intereses.

No se puede ni debe abanicar investigaciones solo con el fin de afectar a un adversario político o comercial. Se tiene que decir la verdad por compleja y difícil que sea, porque al no hacerlo, trastocamos y afectamos el bien común.

En el caso de La Estrella de Panamá, ese es nuestro compromiso, porque queremos que Panamá sea un país libre de corrupción, con instituciones que funcionen por el bien de todos. ¡Caiga quien caiga!