Decadencia del presidencialismo

La civilización ha transitado por períodos regidos por el poder divino, el poder monárquico, el poder popular y el poder del mercado, este último hoy atravesando una metamorfosis sin precedentes. Lo predecible en esta metamorfosis de la globalización es que el modelo político también tiene que evolucionar. En el caso de la mayoría de los países latinoamericanos, el presidencialismo ha imperado por décadas y siglos, pero este modelo corrupto e inestable está en plena decadencia. Hoy, los teóricos hablan de la cuarta revolución industrial, donde la tecnología digital está provocando cambios tan grandes que anuncia la ‘transformación de sistemas enteros de producción, de gerencia y de gobernanza'. Panamá es un país geopolíticamente bien posicionado y, en medio de esta metamorfosis de la globalización, puede ensayar un cambio importante en materia de su modelo político, que en los próximos quinquenios garantice la estabilidad del país, un crecimiento fuerte y el desarrollo pleno de su sociedad. Lo más importante es estar preparados para reemplazar este modelo corrupto del presidencialismo, porque lo que no se detiene es la velocidad con la que viene esa cuarta revolución industrial. Ya hasta el supermercado se ordena desde la casa, las compras se hacen a la distancia, los taxis vuelan o viajan sin conductor y hasta los robots limpian las casas. La próxima década depara muchas sorpresas y, para poder afrontarlas con la mayor capacidad, hay que estar preparados y necesitamos un país con un modelo político estable. La década por venir no es para los corruptos; es para los inteligentes y mejor preparados.