Combatir la discriminación

Pese a lo mucho que ha evolucionado la humanidad, hoy, lamentablemente, la discriminación –sea laboral, racial, étnica, por género, por orientación e identidad sexual o por discapacidad, por religión, por nacionalidad– está presente en nuestra realidad. Mal hacemos cuando nos negamos a creerlo o lo ignoramos. Ayer se conmemoró el Día de la Cero Discriminación, momento propicio para alzar la voz y hacer una autoevaluación. Para ponerle data a un tipo de exclusión en Panamá, una última encuesta de Konzerta reveló que el 80% de las personas encuestadas en el país sufrió algún tipo de discriminación laboral, mientras que el 20% aseguró no haber sido víctima. La cifra es alarmante, sin duda. Si creamos condiciones que obstaculizan nuestro progreso, tanto en el ámbito social como en el económico, seremos un país con un nivel de atraso preocupante. El odio también se legitima con discursos de algunos líderes políticos que por campaña fomentan la exclusión. Basta con escuchar a Donald Trump hablando de los migrantes. Hay que reconocer que ha habido mejoras locales en esa lucha, pero hay que mantenerlas perfeccionando la gestión de los poderes públicos y el ojo vigilante de la Defensoría. El desprecio al diferente debe parar. Es intolerable el rechazo: hay que velar por la convivencia para beneficio de todos.