• 10/11/2013 01:00

Óptica política

Este escrito va dirigido y dedicado principalmente a mis apreciados amigos, personas muy cercanas a quienes puedo considerar casi como s...

Este escrito va dirigido y dedicado principalmente a mis apreciados amigos, personas muy cercanas a quienes puedo considerar casi como si fueran de mi propia familia. ¿Por qué? Simplemente porque me llama la atención la manera como puede penetrarse la mente de otra persona y lograr introducir conceptos subjetivos, que más bien atienden a intereses muy personales del interlocutor que tienen al lado y que sin malicia alguna escuchan.

Además, me indigna que mentes sanas de personas nobles sean manipuladas de esa manera.

Me explico mejor; yo acepto que una persona que haya recibido beneficios directos, léase trabajo, educación, dinero, negocios, bienes, beneficios, etc. etc. de los gobiernos derivados de la época de dictadura sea leal al PRD, pero no acepto que una persona independiente que no tenga esos nexos políticos ni familiares, de gratis se crea la parrafada de falacias, infundios y aseveraciones sin pruebas.

Hasta ahora, por ejemplo; ninguna de las acusaciones de la dirigencia de los médicos y gremios ha podido comprobarse. Hasta ahora ninguna de las acusaciones de los medios de oposición sobre el caso italiano ha podido comprobarse. El Ministerio Público no tiene por qué investigar un tema en el que no existe acusación sobre ningún panameño, solo rumores malintencionados.

Hasta ahora ninguna de las mal llamadas protestas estudiantiles se les ha encontrado base ni justificación. Hasta ahora no se han podido encontrar motivos válidos que justifiquen las revueltas de Bocas del Toro y Colón, que dicho sea de paso nos costaron vidas humanas, muy por el contrario; se ha comprobado plenamente que fueron obra del PRD y la oposición política sucia.

No hay peor ciego que el que no quiere ver. Las personas de mentes débiles que hoy están siendo manejadas son más bien dignas de nuestra conmiseración.

Y que conste, quiero dejar claro que no hablo de militancia política, porque ni yo mismo estoy en ningún partido, se trata de juicios objetivos, imparciales y sobre todo propios. Tal vez los gobernantes actuales no sean perfectos y falta mucho por hacer para llegar a la sociedad que todos queremos, pero hay que aceptar que lo están haciendo mejor que los anteriores, basta mirar los resultados de las encuestas, la lista de logros es tan larga que no la puedo mencionar sin que se me quede algo por fuera, pero ni siquiera la lista de obras es lo más importante; lo principal es la intención de llevar al país a su punto más alto de desarrollo, la voluntad de favorecer a las mayorías, a los necesitados, fortalecer la democracia y sus instituciones.

Este último tema es vital y no es cierto que esté en peligro, es al revés; el propio presidente ha manifestado que está de acuerdo en la modificación de las leyes que tengan como objetivo reducir y controlar el poder del Ejecutivo. El hecho de que el presidente tenga un perfil de hablantín, malhablado, impulsivo y de poco barniz en sus actuaciones, lo que por ende lo lleve a emitir conceptos sobre su visión personal de cómo él cree que debe resolverse cada caso, no significa que los otros poderes independientes, Legislativo y Judicial, estén subyugados a él.

Ellos toman sus decisiones y hasta ahora tampoco se ha aportado una sola prueba de las acusaciones del PRD y demás fuerzas oscuras de que el presidente haya ordenado hacer al magistrado presidente de la Corte o al presidente de la Asamblea determinada acción. El día en que se compruebe lo contrario yo seré el peor enemigo de Ricardo Martinelli Berrocal, pero será porque yo estoy convencido, no por ser un idiota sujeto a manipulaciones. A manera de postdata, yo debería agregar que el estilo desbocado y maledicente no es mi esquema preferido para un presidente, pero lo prefiero mil veces a los hipócritas solapados que te meten el cuchillo por la espalda sin verlos venir.

INGENIERO INDUSTRIAL.

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