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El futuro incierto de Panamá frente a la pobreza
- 11/11/2022 00:00
- 11/11/2022 00:00
Panamá ha presentado un crecimiento como ninguna región en Latinoamérica (15% anual) según las estadísticas del Banco Mundial. Sin embargo, a pesar de este indicador, la riqueza panameña se ha quedado en números macroeconómicos y en muy pocas manos. Esto lo convierte en el tercer país más desigual de Latinoamérica, también conocida como la región de menos igualdad en el planeta.
Según el 'Informe Anual de la Pobreza y Pobreza Extrema en Panamá', emitido por la Iniciativa Panamá Sin Pobreza y actualizado en noviembre 2022, 1 de cada 4 panameños es pobre. Hoy, la tasa de pobreza general en Panamá, después del Covid-19, se estima en un 25,0% lo cual afecta a 1.1 millones de panameños.
Hoy, la población más pudiente, que representa el 10% del total, obtiene el 37,3 % del ingreso nacional, casi 13 veces más que el 40% más pobre. Además, como en casi todo el mundo, las estadísticas afectan más a la población afrodescendiente, mujeres y rural. En las comarcas, por ejemplo, el 90% de sus habitantes vive en pobreza. Una realidad acompaña de una desigualdad persistente, relacionada con los fuertes desequilibrios territoriales que existen en el país; así lo detalla el Banco Interamericano de Desarrollo (bid), para el cual, Panamá es un país geográficamente pequeño, con una ocupación territorial de 75,517 km cuadrados y una población de 4.3 millones de habitantes, el país presenta su mayor nivel de desigualdad en la ciudad capital.
Según una nota publicada este año en el diario español, El País, el 80% del Producto Interno Bruto (PIB) se concentra en dos ciudades de la zona interoceánica; proviene del propio Canal y de un puñado de actividades relacionadas, como las zonas libres, el sector financiero y la construcción.
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la "pobreza extrema" o "indigencia" se define como la situación en que no se dispone de los recursos que permitan satisfacer al menos las necesidades básicas de alimentación. Además, se define como “pobreza total” cuando la situación en que los ingresos son menores al valor de una canasta básica de bienes y servicios, es decir, bienes alimentarios y no alimentarios.
Debido a la inflación mundial, la canasta básica de Panamá incrementó a un monto de $270.00 hasta mayo de 2022. Bloomberg posiciona la canasta de alimentos de Panamá como la tercera más cara de América Latina después de Guatemala ($285.60), y Venezuela ($381.00) dejando a Honduras ($269.00) de cuarto lugar en la lista.
Bajo esta idea, se crea una visión más real de lo que vive la población panameña para asumir los elevados costos de los alimentos teniendo en cuenta el salario mínimo de $290.00 a $315.00 que reciben mensualmente.
A esto se le debe agregar de igual manera, el 9,9% de la población desempleada y el 48,21% que está en la informalidad por la crisis económica que dejo la pandemia del Covid-19 hasta abril del presente año según indican datos del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC).
El promedio de disminución anual es de -0.1 puntos porcentuales. Esto señala que para el 2030, la reducción total alcanzaría un nivel de 24,5%, afectando a más de 1.2 millones de panameños.
Por otra parte, 1 de cada 10 panameños es indigente o se encuentra en extrema pobreza. En el presente año, esta tasa en Panamá se estima en 10,6% afectando a más de 464 mil panameños. El promedio de reducción anual es de -0,03 puntos porcentuales, lo que para el 2030, proyecta una reducción que alcanzaría un nivel de 10,3% afectando a más de 500 mil panameños.
Para el BID, Panamá se posiciona como el tercer país con mayor desigualdad en América Latina según su PIB per cápita.
En promedio de 2013/17 la provincia capital, la más rica del país, ha recibido un 28% más de inversión per cápita que la media. Por otra parte, la comarca de Ngöbe Buglé, con apenas un 26% de ingreso per cápita respecto al promedio nacional, ha recibido un 70% menos de inversión por habitante.
Alguna de las agencias calificadoras de riesgo más importantes en el mundo, han dado a conocer sus informes emitidos en el mes de octubre Fitch Ratings (4.10.2022) y Moody's (25.10.2022). En dichos informes, sostuvieron el Grado de Inversión de la deuda soberana panameña donde Fitch mantuvo su perspectiva como “Estable” mientras que Moody's rebajó su perspectiva de “Estable” a “Negativa”.
Fitch respalda su calificación de “Estable” manteniendo la deuda soberana panameña que otorgó en su Informe presentado el 28 de enero del presente año luego de que se haya anunciado el nuevo acuerdo entre el Gobierno y Minera Panamá el día 16 del mismo mes. Con esto, acreditó al Canal panameño y la exportación minera como las razones principales de su mejora en la calificación en dos puntos: el crecimiento del PIB en el 2021 y la fuerza de la situación fiscal.
Por otra parte, Moody's señaló que las perspectivas de crecimiento son favorables para los próximos dos años, siendo impulsadas por la reapertura de la economía desde la pandemia, el aumento de la producción minera, y la inversión en infraestructura. Esto proyecta un crecimiento promedio del PIB real de 4,4% durante el periodo 2023-2025.
Sin embargo, Moody's mantuvo su cambio de Perspectiva “Estable” a “Negativa” con la reducción del déficit necesario para cumplir con las metas de la Ley de Responsabilidad Fiscal las cuales serán cada vez más complicadas debido a las altas presiones de gasto público y la mayor probabilidad que el Gobierno central necesite brindar apoyo financiero a la Caja de Seguro Social (CSS) por el creciente déficit del programa de beneficios definidos está destinado a consumir sus reservas.
Ambas firmas coinciden con el hecho de que el respaldo al Programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) de la CSS presenta un mayor endeudamiento y riesgo para el Gobierno panameño. Según Moody's, el deterioro de la posición financiera de la CSS se convertirá en otra fuente de presiones de gasto.