Mulino pide no involucrar a Panamá en conflictos de Estados Unidos y China

  • 20/11/2025 15:47
El mandatario repasó antecedentes sensibles de la relación con Asia, defendió la postura panameña ante el viaje legislativo y pidió evitar presiones externas que distorsionen el manejo diplomático

El presidente José Raúl Mulino dedicó amplios minutos de su conferencia de prensa de este 20 de noviembre a aclarar la posición de Panamá ante la controversia generada por el viaje de varios diputados de la Asamblea Nacional a Taiwán.

Recordó que, aunque respeta la trayectoria de cooperación bilateral, su gobierno no avala ese viaje, y subrayó que todo lo relacionado con política exterior debe seguir canales oficiales y transparentes. “Insisto: no traten de remolcar un problema Estados Unidos–China a un problema ahora tripartito Taiwán–Panamá–China. Por ahí no va”, afirmó.

Un repaso histórico: del traspaso de Hong Kong al Congreso Universal del Canal

Para explicar la sensibilidad del momento, Mulino hizo un recuento de episodios que marcaron la relación entre Panamá, China y Taiwán en décadas pasadas.

Recordó que, durante la transferencia de Hong Kong a China en 1997, Panamá enfrentó presiones directas vinculadas a su relación con Taiwán y a la operación del Registro de Buques. “A Hong Kong entraban 300 naves de Evergreen de bandera panameña”, señaló.

En aquel contexto, narró que él mismo —que viajaba regularmente a Asia por temas profesionales— conversó con representantes de la banca japonesa que le advirtieron sobre el impacto diplomático y comercial que podía enfrentar Panamá si no ajustaba su postura.

Uno de los episodios más citados por el presidente fue la crisis del Congreso Universal del Canal:

“Ese problema dio al traste con el Congreso... Se invitó al entonces presidente de Taiwán a venir a Panamá y se fregó el paseo. No vinieron nada más que tres presidentes”.

Mulino agregó que, para atender la presión del momento, Panamá llegó a permitir que buques panameños entraran sin bandera al puerto de Hong Kong, una medida que calificó como “inédita”, adoptada para satisfacer necesidades de Evergreen.

La antigua fórmula: embajada taiwanesa y oficinas comerciales en China

El mandatario recordó que, para estabilizar ese periodo de tensión, Panamá mantuvo simultáneamente una embajada de Taiwán y oficinas comerciales en Hong Kong y Beijing.

Destacó que la relación con Taipéi venía “desde mucho antes que Richard Nixon reconociera a la China popular”, y que fue Taiwán uno de los primeros Estados en reconocer a la República de Panamá.

Mulino también rememoró que Taiwán tuvo un papel clave en la reconstrucción posterior a la invasión de 1989, otorgando fondos frescos para ayudar con los intereses de la deuda externa, que entonces rondaba los USD 4,000 millones. “Taiwán se mojó con Panamá... siempre tuvo programas en el sector agropecuario, con huertos y capacitación técnica”, dijo.

Crítica a decisiones pasadas y advertencia sobre el manejo diplomático

El presidente evitó fijar una posición concreta sobre un eventual restablecimiento de vínculos con Taiwán, pero fue categórico al señalar que cualquier decisión futura será “abierta y consultada con el país”.

“Hoy no tengo ninguna posición ni cara a ese respecto”, expresó, aunque añadió que, si Taiwán solicita abrir una oficina comercial en Panamá, la propuesta será “valorada y analizada con transparencia”.

Aprovechó también para lanzar una crítica a la forma en que se manejó la ruptura con Taiwán en 2017:

“Yo no voy a comer este cuento solo como hizo el otro, que a trastienda y a medianoche abrió relaciones con China”.

Incluso mencionó que, semanas antes de esa ruptura, el entonces gobierno solicitó USD 30 millones a Taiwán. “Qué sé yo para qué fue... qué miserable hacer eso”, afirmó.

Un mensaje a Estados Unidos y China: no presionar a Panamá

Mulino fue enfático en que Panamá no quiere ser arrastrada a disputas geopolíticas de potencias extranjeras.

Recordó que Estados Unidos mantiene una oficina de intereses de Taiwán en Washington, y que cada país tiene sus propias configuraciones diplomáticas, por lo que Panamá debe preservar su margen de maniobra soberano.

Pidió no convertir la controversia por el viaje legislativo en un conflicto que comprometa la política exterior panameña o su relación con China, una de las principales inversoras del país.

Panamá fue muy amigo de Taiwán y Taiwán muy amigo de Panamá”, subrayó, dejando claro que su gobierno actuará con pragmatismo y sin romper equilibrios innecesarios.

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