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Mujer: la interminable lucha por los derechos humanos en Latinoamérica
- 01/04/2023 00:00
- 01/04/2023 00:00
A pesar de los avances que el mundo ha tenido en cuanto a ciencia, medicina, arte, y demás, existe un campo muy importante en el cual la sociedad tiene materia pendiente.
La brecha de género en América Latina afecta a la población femenina en cuanto a discriminación, violencia, desigualdad y otros factores en el territorio.
Para entender el panorama actual de las mujeres latinoamericanas y las situaciones que han vivido a lo largo de los años, el Centro de Investigaciones Científicas de Ciencias Sociales (Cenics) publicó un estudio en el que detalla la forma de vida de la población femenina en sus distintos campos con base a información recolectada de distintas organizaciones y las soluciones en las que están trabajando para disminuir la problemática.
En pleno siglo XXI, la igualdad económica y laboral sigue siendo un sueño inalcanzable para millones de mujeres en el territorio latinoamericano y el Caribe.
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, (Cepal), el 28,6% de las mujeres no tiene ingresos propios. Los países con las mayores cifras en cuanto a esta brecha son Guatemala (51%), Honduras (43,5%), El Salvador (39,3%) y Costa Rica (35,8%).
En 2020, la tasa de participación laboral femenina descendió hasta un 46% mientras que la de los hombres se encontraba en un 69%. La situación antes de la pandemia presentaba cifras igualmente desiguales: 52% para ellas y 73,6% para ellos.
En su estudio, Cenics expresó que “serán ellas las que carguen con las tareas del hogar y domésticas, tanto para aquellas que cuentan con ingresos propios como las que no”.
La Cepal junto a la Organización Internacional de Trabajo (OIT), y la Organización de Naciones Unidas Mujeres (ONU Mujeres), en Latinoamérica y el Caribe, señala que entre 11 a 18 millones de personas se dedican al trabajo doméstico remunerado. De estas, el 93% son mujeres.
Esto trae a colación otra realidad: la feminización de la pobreza. Son las mujeres quienes terminan perjudicadas debido a la falta de recursos económicos y materiales.
En el territorio de Latinoamérica y el Caribe, se calcula que 118 millones de mujeres viven en situación de pobreza.
Juana Herrera, directora, fundadora y asesora de género y mujer de la Federación de Mujeres Periodistas y Relacionistas Públicas (Femuperp) explicó en diversas intervenciones que “aunque gracias al trabajo de las mujeres el índice de pobreza en la región disminuye en casi diez puntos, siguen ganando menos que los hombres por un trabajo equitativo”.
Según el Banco Mundial, solo el 49% de las mujeres poseen una cuenta bancaria, el 11% ahorra y el 10% dispone de crédito.
Las mujeres presentan un sinnúmero de retos que afrontar en cuanto a las oportunidades económicas y laborales que obtienen. En la región, la población femenina ocupa solo el 15% de los cargos de dirección al igual que ser dueñas de únicamente el 14% de las empresas, según reflejó el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El territorio latinoamericano es una de las regiones que posee el mayor índice en cuanto a violencia en cada una de sus formas. En la actualidad, 14 de los 25 países en el área se encuentran con las tasas más altas de femicidios a nivel global. En cuanto a esto, Honduras , República Dominicana , El Salvador , Bolivia y Brasil son los países con las tasas más altas de violencia.
Muchos de estos femicidios son perpetrados por las parejas o exparejas de las víctimas.
Los datos del Informe de los Objetivos de Desarrollo Sostenible del 2019, señalaron que 19,2 millones de mujeres y niñas entre 15 a 49 años de Latinoamérica han sido víctimas de abuso físico y sexual por parte de su pareja actual o anterior. La Cepal agregó que el número de muertes de mujeres anualmente solo por ser mujeres es más de 4.000.
La región ocupa el segundo lugar en cuanto a número de embarazos adolescentes, según datos de la ONU y Cepal. Las mujeres entre 15 a 19 años poseen una tasa de maternidad por encima del 12% y ocurre con más frecuencia con menores de edad de bajos ingresos y bajo nivel educativo.
Las leyes en cuanto al aborto en América Latina han sido muy diversas conforme pasan los años. Mientras algunos países lo prohíben, otros han optado por tomar pasos para despenalizarlo.
En febrero de 2022, Colombia optó por despenalizar el aborto hasta las 24 semanas de embarazo, sumándose a Argentina, la cual lo despenalizó en diciembre de 2020 hasta las 14 semanas, luego de masivas protestas y debates políticos, y México, donde la Suprema Corte de Justicia de México declaró inconstitucional penalizar el aborto de manera absoluta en septiembre de 2021.
Sin embargo, la interrupción del embarazo está totalmente prohibido en El Salvador, Honduras, Nicaragua, República Dominica y Haití. En Paraguay, Venezuela, Guatemala, Perú y Costa Rica el aborto es permitido únicamente en el caso que la vida o la salud de la embarazada corra peligro; Chile, Ecuador y Brasil agregan la variable de violación o inviabilidad del feto. En el caso de Panamá, el aborto es permitido en casos de violación o si la madre corre algún riesgo de salud. En Bolivia, se agregó la causal de incesto y en Belice, los factores socioeconómicos.
La participación de las mujeres presenta grandes límites en cuanto al ejercicio del poder y la toma de decisiones. Aunque el derecho al voto universal se practica en América Latina y el Caribe desde los años 50, no se ha consolidado su inclusión dentro de la política más activa en su totalidad.
Entre 2002 y 2019 hubo un incremento del 15% al 31% en cuanto a la presencia de las mujeres en el ámbito parlamentario. Sin embargo, este porcentaje aun sigue siendo algo mínimo.
En la actualidad solo han sido 13 mujeres las que han ocupado el puesto de presidencia en un país latinoamericano. Además, solo un 32,1% de las mujeres en Latinoamérica y el Caribe han ejercido en el máximo tribunal de justicia o Corte Suprema como ministras, juezas o magistradas. Países como Surinam Barbados, Jamaica, y Cuba destacan con números positivos.
Ante el panorama estudiado por Cenics y las demás organizaciones, en conversación con La Estrella de Panamá, la diplomática Myrtho Celestin explicó que “Panamá está creando un nuevo plan con el fin de romper las barreras de la desigualdad de Género” el cual apuesta a la aplicación del 'Sello de Igualdad de Género' con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
La diplomática agregó que la iniciativa “busca impulsar el rol de las mujeres en todas las áreas y sectores del país al igual que en actividades inclusivas que les permita fortalecer la toma de decisiones en el ámbito profesional y en la búsqueda de oportunidades centradas en mermar su vulnerabilidad”.
En cuanto a las soluciones que el país está ejecutando para mejorar la vida de la población femenina, Celestin explicó que “la Asamblea Nacional de Diputados de Panamá aprobó en tercer debate el proyecto de Ley 811 que crea el Ministerio de la Mujer, una entidad rectora del Estado en todo lo relacionado con las políticas públicas, programas, proyectos y campañas para la prevención del acoso contra la mujer en todo su sentido”.