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- 13/09/2025 00:00
Uno de los temas que más trabajamos en Coaching y Mentoría tiene que ver con las habilidades de comunicación.
Y uno de los temas que traen las personas tiene que ver con el “trato silencioso”. Cuando lo analizamos y trabajamos, podemos darnos cuenta que mucho tiene que ver con la imposibilidad de la persona en poder comunicarse asertivamente, y que a veces es la respuesta a su propia falta de apertura para recibir respuestas que no son de su agrado.
El trato silencioso, también conocido como la “ley del hielo”, es una forma de castigo o manipulación emocional donde una persona ignora a la otra, se niega a comunicarse y actúa como si la otra persona no existiera. Es una táctica muy dolorosa y dañina, y a menudo se usa para evitar confrontaciones, ejercer control o castigar a alguien por un supuesto error.
Lidiar con esto puede ser muy difícil, pero hay algunas cosas que puedes hacer para protegerte y manejar la situación.
1. No te tomes el silencio como una señal de que has hecho algo malo.
El trato silencioso no se trata de ti, se trata de la persona que lo está usando. A menudo es un mecanismo de defensa o una forma de control. Es importante que no te culpes. La responsabilidad de la falta de comunicación recae en la persona que se niega a hablar.
2. Intenta la comunicación abierta, pero de forma calmada. Para esto es importante conocerte y saber gestionar tus propias emociones.
Cuando la persona esté más tranquila, puedes intentar iniciar una conversación. Usa frases en primera persona para expresar cómo te sientes, en lugar de acusaciones. Por ejemplo:
- “Me siento herido/a cuando no me hablas.”
- “Me gustaría entender lo que pasó. ¿Podemos hablar de esto?”
- “Cuando te alejas y no me respondes, me siento confundido/a y triste.”
Si la persona se niega a hablar, no insistas. Presionarla puede hacer que se aleje aún más.
3. Establece límites firmes.
Puedes comunicarle claramente que no aceptarás ese comportamiento. Por ejemplo, “No me parece bien que me castigues con tu silencio. Estoy dispuesto/a a hablar cuando tú también lo estés, pero no voy a rogarte para que me hables.”
Esta es una de las partes más difíciles, pero es esencial. Los límites te protegen del daño emocional. A veces, la persona se da cuenta de que su táctica no está funcionando.
4. Mantente ocupado y cuídate a ti mismo.
No dejes que el silencio de la otra persona consuma tu día. Enfócate en tus propias actividades, hobbies y amistades. Practica el autocuidado: haz ejercicio, medita, lee un libro o haz cualquier cosa que te haga sentir bien. Esto te ayuda a no sentirte tan vulnerable y dependiente de la otra persona.
5. Reconoce cuándo es hora de buscar ayuda o alejarte.
Si el trato silencioso es un patrón constante y forma parte de un ciclo de manipulación o abuso emocional, es una señal de que la relación no es sana.
En estos casos, puedes considerar hablar con un especialista o un consejero para obtener herramientas y estrategias para manejar la situación o, si es necesario, tomar la difícil decisión de alejarte de esa persona.
Espero te sirva, ya sea que estés de cualquiera de los dos lados! Y ya sabes, si quieres trabajarlo contigo o tus equipos me contactas!