Innovando en casa, compitiendo en el mundo

Como mentor de emprendedores, siempre me ha llamado la atención el deseo que tienen muchos de copiar al calco experiencias de otros países.

Este fenómeno se ve reflejado cuando uno revisa proyectos que se presentan como “el Facebook Panameño” o el “E-Bay Panameño” o cosas de ese estilo, denotando que el trabajo del emprendedor en esencia consistió en traer una idea de afuera.

Este fenómeno se repite en el mundo actual de los contenidos; nuestros generadores y curadores de contenidos se limitan a copiarse de lo que se está haciendo en otros países, o incluso en enviar y distribuir los mismos contenidos foráneos.

No es malo ver ideas de otros y aprender de lo que han hecho, así avanza la ciencia por ejemplo, pero el asunto no debe ser el calco, debemos aprender de las experiencias ajenas y pensar luego las nuestras.

Panamá tiene muchas posibilidades, además de tener una gran riqueza hasta ahora no explotada, varias culturas muy diferentes convergen en ella y viven en paz.

Yo he visto niños chinos bailando el punto en una presentación de un colegio, lo africano y lo indígena está tan mezclado que ya no lo podemos diferenciar... además de la cantidad de influencias que llegaron de Europa y que siguen aquí.

La tecnología es una herramienta, no un fin en sí mismo; a los emprendedores TIC siempre les digo que entiendan su entorno y busquen los contenidos y problemas locales.

Cuando se piensa local y se hace de forma seria y metódica, las soluciones que surgen tienden a crecer más allá del lugar donde se gestaron.

En el fondo, los seres humanos no somos tan diferentes, tenemos valores y problemas que trascienden el lugar donde vivimos, de forma que casi sin darnos cuenta nos encontraremos recibiendo requerimientos de lugares lejanos con problemas similares.

El proceso se parece mucho a la literatura, un ejemplo puede ser “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez, una historia de un pequeño pueblo en algún lugar de latinoamérica, ha logrado generar identificación en países como China o India.

Para poder generar procesos de innovación lo principal es contar tener la capacidad de escuchar los problemas de la sociedad local. Innovar es en esencia un ejercicio de buscar soluciones a los problemas de una forma nueva, diferente.

Cuando se crean soluciones a los problemas locales, nos volvemos globales pues existen más grupos como nosotros, sufriendo esos mismos problemas, de seguro ellos también querrán usar nuestra solución.

Esto es lo que llaman los entendidos del emprendimiento 'escalabilidad', la capacidad de elevar nuestra solución a otros mercados más grandes, donde entiendan nuestra propuesta de valor y compren la idea (además de comprar el producto).

Llegó el momento de dejar de traer 'innovación de afuera', debemos comenzar a crear las soluciones a nuestros problemas, debemos invertir en crear capacidad de investigación, gestión y conocimiento local. Busquemos soluciones TIC a nuestros problemas locales, creemos contenidos con aquello que manejamos mejor... lo nuestro, eso sí, preocupémonos por tener calidad y ejecución global, esta es, según creo, la mejor forma de globalizarnos.

Lo que sí podemos traernos de otros países son los ejemplos, investigar la forma cómo crearon su propia solución e involucrar a los actores del ecosistema local de innovación y emprendimiento en el ejercicio. Sólo sumando las capacidades de todos los interesados tendremos la capacidad de apuntalar los elementos para que los cambios que se necesitan ocurran.

Debemos lograrlo pues la opción que nos queda es que todo siga igual, y eso mis amigos no es una opción viable.