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Interés Preferencial 2026 genera incertidumbre en la banca; Caja de Ahorros toma acciones
- 18/11/2025 17:06
La banca y la industria inmobiliaria en Panamá enfrenta un desafío significativo con la entrada en vigor de los cambios a la Ley de Interés Preferencial a partir del 1 de enero de 2026. Andrés Farrugia, gerente general de Caja de Ahorros (CA), advirtió sobre un doble impacto para los compradores con la entrada en vigencia de la Ley 468 de 2025 sobre Ley de Interés Preferencial: un alza proyectada en la tasa de referencia y una reducción en los años del subsidio estatal.
Farrugia calificó que la normativa a culminar el 31 de diciembre es una decisión “más política que financiera o económica” por su tratamiento en la Asamblea Nacional. Y, agregó durante su participación en el Foro Inmobiliario 2025, que la nueva ley genera una “gran signo de interrogación” en el mercado.
Lo comentando por el gerente general de CA se segmenta en dos bloques.
1. Aumento en la tasa de referencia: Si bien el subsidio del Estado se mantiene en 4 %, la tasa de referencia que el banco utiliza para el cálculo se libera. El Gerente proyecta que esta tasa podría moverse significativamente, pasando del actual 6.25 % a 6.5 % o incluso 6.75 % en 2026. Este incremento repercute en la diferencia que debe pagar el cliente, afectando la capacidad de pago del segmento preferencial.
2. Reducción del tiempo de subsidio: La nueva normativa reduce el principal beneficio para el comprador. El subsidio estatal, que actualmente se otorga por hasta 10 años, pasará a un máximo de 7 años con la nueva ley, disminuyendo la protección financiera a largo plazo.
“La persona que antes podía comprar una casa de $100,000 ahora tiene que comprar una casa de $80,000“, señaló Farrugia, resumiendo el impacto del encarecimiento de los costos de financiamiento en el poder adquisitivo.
Farrugia cuantificó el efecto de los cambios en la ley sobre el volumen de negocios, señalando una fuerte desaceleración en la colocación de hipotecas.
El banco reportó que, tras la entrada en vigor de los ajustes normativos, los préstamos hipotecarios proyectados para el año en curso (estimados en $217 millones) representan una caída de $108 millones respecto a los $325 millones otorgados el año anterior (2024). Esta diferencia equivale a una contracción superior al 33% en el volumen total de su cartera de hipotecas, y se atribuye directamente a la cautela generada por el ajuste de las condiciones en el segmento preferencial, que constituye cerca del 70 % del total.
En septiembre pasado, el presidente de José Raúl Mulino, suspendió hasta el 1 de enero de 2026 la entrada en vigencia de la Ley 468 de 2025 sobre el régimen de interés preferencial, para permitir que la ley anterior (Ley 3 de 1985) siga rigiendo y los trámites en curso se completen. Posteriormente, el presidente sancionó la Ley 481, que modifica la Ley 468, para facilitar el proceso de unos 9,000 préstamos hipotecarios que estaban paralizados por la nueva ley de interés preferencial.
Pese al escenario de incertidumbre, la Caja de Ahorros y el Banco Nacional de Panamá han reiterado su compromiso de apoyar al sector y en alianza tienen la capacidad de alcanzar un liderazgo muy significativo en el segmento hipotecario.
Estimó que al comprometer recursos de manera conjunta (estimando alrededor de $300 a $350 millones cada uno), ambos bancos estatales podrían cubrir “un poco más del 60 % del mercado” de la industria hipotecaria, destacando así la intención de los bancos estatales de ser la principal fuente de financiamiento y refacción de hipotecas, especialmente en el segmento de interés preferencial.
Farrugia destacó una estrategia de “solidaridad con propósito” enfocada en la eficiencia y la mitigación de riesgos:
El banquero concluyó haciendo un llamado al sector inmobiliario panameño y demás actores a la reciprocidad y a la celeridad, ya que la eficiencia en los procesos de cierre es crucial para navegar el complejo panorama financiero que se avecina a partir del 1 de enero en el segmento hipotecario.