Trump reconoce el impacto laboral de su política migratoria y anuncia ajustes

  • 13/06/2025 11:44
Admisión presidencial genera controversia tras operativos masivos del ICE; escasez de empleados en sectores esenciales intensifica tensiones sociales y provoca movilizaciones en todo el país

El presidente Donald Trump reconoció este jueves lo que diversos analistas venían señalando desde hace tiempo: que su estrategia de deportaciones masivas está provocando un déficit de mano de obra en sectores clave que dependen en gran medida de trabajadores inmigrantes. El mandatario admitió esta situación a través de una publicación en su red social, Truth, en la que destacó que la agricultura, la industria hotelera y el entretenimiento son algunas de las áreas más golpeadas por su enfoque migratorio.

Esta admisión, poco habitual en Trump, se produce tras una intensificación de los operativos migratorios en centros laborales, lo que ha encendido protestas en Los Ángeles que ya se han extendido por todo Estados Unidos.

“Nuestros grandes agricultores y las personas del sector hotelero y de ocio han estado diciendo que nuestra política migratoria muy agresiva está alejándoles a muy buenos trabajadores de muchos años, cuyos puestos son casi imposibles de reemplazar”, escribió el presidente.

“En muchos casos, los criminales que han sido permitidos en nuestro país por la política de fronteras abiertas de Biden, MUY estúpida, están solicitando esos trabajos. Esto no es bueno. Debemos proteger a nuestros agricultores, pero sacar a los CRIMINALES de EE UU. ¡Se avecinan cambios!”

En los últimos días, el gobierno de Trump ha reforzado sus operativos en centros de trabajo de distintos estados, en un intento por alcanzar los objetivos de deportación que aún no se han cumplido. Solo esta semana, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) arrestó a más de 70 personas durante una redada en una planta procesadora de carne en Omaha, Nebraska. De acuerdo con las autoridades, esta acción en las instalaciones de Glenn Valley Foods —donde la mitad de los empleados fueron detenidos— fue parte de una investigación en curso sobre el uso sistemático de trabajadores sin autorización legal.

Ese mismo periodo, agentes del ICE también se desplazaron a varias explotaciones agrícolas en el sur de California, efectuando arrestos en el terreno. En redes sociales circuló un video que muestra a oficiales persiguiendo a trabajadores que huían entre los cultivos. Asimismo, se reportaron incursiones en plantas empacadoras situadas en condados como Ventura, Tulare y Fresno, zonas reconocidas por su alta producción agrícola.

Este tipo de operativos ha generado una ola de indignación en California. El viernes, funcionarios de ICE llevaron a cabo acciones en tres nuevos puntos: una sucursal de Home Depot, una tienda de vinos y una boutique de ropa. Ese día, 44 personas fueron detenidas. A pesar del ambiente de protesta generalizada, las autoridades han mantenido los arrestos de inmigrantes, incluso mientras las movilizaciones ciudadanas se expanden por todo el país. En Los Ángeles, las protestas están por cumplir una semana y ya se replican en las principales urbes estadounidenses.

Actualmente, se estima que entre el 4 % y el 6 % de la fuerza laboral en Estados Unidos está conformada por inmigrantes indocumentados. El Centro de Estudios Migratorios de Nueva York calcula que hasta 8,3 millones de personas sin estatus legal trabajan en el país, lo que representa un 5,2 % del total de la población activa. Su presencia es especialmente significativa en sectores como jardinería (19 %), agricultura (17 %) y construcción (13 %), de acuerdo con datos de Goldman Sachs de 2023.

También están ampliamente representados en el ámbito hotelero y en la industria alimentaria. Son trabajos que, por sus exigencias y condiciones, suelen quedar vacantes cuando no hay inmigrantes disponibles, ya que pocos ciudadanos estadounidenses optan por ellos.

Además de ser pieza clave en el engranaje económico, estos trabajadores contribuyen significativamente a las arcas públicas. En 2023, los inmigrantes indocumentados aportaron un total de 89.900 millones de dólares en impuestos federales, estatales y locales. Esa cantidad representó el 2,6 % de los ingresos federales del año, según cifras del American Immigration Council.

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