• 01/04/2017 02:03

Silvia De Grasse y la tamborera

Hay quienes sostienen que ‘la tamborera, es la versión panameña del son cubano'.

‘La tamborera no fue creada por un solo hombre. La tamborera es el producto de un movimiento musical formado por un grupo de compositores, de músicos y de artistas panameños de la época, de gran valor, que impactaron con algo diferente'.

Hay quienes sostienen que ‘la tamborera, es la versión panameña del son cubano'.

Es indudable que la tamborera fue creada gracias a un movimiento musical panameño que pretendía presentar en la ciudad capital una música diferente a la música típica auténtica, debido a que a inicios del siglo pasado esta música carecía del aprecio urbano; se consideraba como de baja ralea. Por lo que tomaron tal vez, como inspiración, el ritmo de origen y fecha de aparición en Cuba muy discutido, como es el son cubano; lo mezclaron con los aires del tamborito y las cumbias de nuestro Panamá, dándole vida a la tamborera.

La tamborera panameña se ha paseado por el mundo entero en las voces de grandes intérpretes, como Bolívar Rodríguez, Margarita Escala, Gladys Mitre, Dalys Cedeño, Gladys de La Lastra, entre otros. Es innegable que, 39 años después de su fallecimiento el 14 de marzo de 1978, Silvia De Grasse sigue siendo la indiscutible mejor intérprete de este género musical panameño que carece de tradición y en peligro de extinción.

Silvia De Grasse nació en el Casco Antiguo de la ciudad de Panamá el 28 de octubre de 1921. A los 14 años graba su primer acetato con tamboreras como: Hagan rueda y La morena tumbahombre. Su esplendorosa carrera musical se inicia en la década de los 40 del siglo pasado presentándose en programas de radio, en los mejores centros, grabando innumerables discos, siempre mostrando su talento al interpretar este nuevo género musical.

En 1942 contrae matrimonio con el talentoso artista dominicano Ernesto ‘Negrito' Chapuseaux, con quien logra mucho éxito. Ya Chapuseaux en 1937, en compañía de Billo Frómeta, de Venezuela, había fundado la orquesta Billo's Happy Boys, con quienes grabó, como solista, el tema de Ricardo Fábrega, Taboga. En 1938 viaja a Panamá en compañía de su paisano pianista, Francisco Simó Damirón.

Con Damirón funda el trío Los Alegres Tres en 1945 y la sobresaliente personalidad y la hermosa voz de Silvia De Grasse, en la ciudad de Panamá. Luego de rotundos éxitos del trío, en Chiriquí y centros nocturnos de la capital, como El Sombrero.

Silvia De Grasse y el Negrito Chapuseaux fueron artistas de radio en La Voz del Yuma, durante los dos años que residieron en República Dominicana; en donde Silvia destacó en la radio novela del dramaturgo cubano Félix B. Caignet, El precio de una vida, como ‘la niña Lucrecia'.

Se trasladan luego a Puerto Rico, en donde hicieron muchísimas temporadas artísticas. El trío en aquellos lares dedicó mucho de su talento al muy gustado género musical el merengue caribeño, por lo que fueron llamados Los Reyes del Merengue.

Después de innumerables viajes, se establecen en Nueva York, desde donde organizan sus presentaciones en EE.UU., en sitios como Miami, New Jersey, Las Vegas, Latinoamérica y Europa. En más de una oportunidad compartieron tarima con artistas de la talla de Beny Moré, Luis Amstrong, Sammy Davis Jr. y muchos otros.

Siempre que le fue posible, Silvia De Grasse enalteció con su magnífica voz y su encanto personal al género que le dio vida y gloria como artista, la tamborera.

Su sensible deceso dejó ensombrecidos de tristeza, no solo a sus familiares, a todos los miles de panameños que la amábamos como la más grande artista de la tamborera; sino también a este género musical que desde entonces solo ha sido fugazmente iluminado por Gladys de La Lastra y algunos otros compositores e intérpretes.

Educar a la juventud en el amor a la tamborera, desempolvando los viejos discos y grabaciones de El Trapichito, La Cocaleca, la Guayabita Sabanera y tantas otras, relatando la gloriosa carrera musical de Silvia De Grasse, puede ser una buena forma de interesar a la juventud para que aprendan a reconocer y amar este género musical que agoniza.

Promover concursos de nuevas composiciones e intérpretes, como se hace con la cumbia y la mejorana, para que nuevamente florezca la tamborera.

ESCRITOR, COMPOSITOR Y FOLCLORISTA.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus