• 30/03/2018 02:01

Poder Chino - Ruso - UE y Brics reemplaza al imperio EE.UU.

‘Tenemos que liar los bártulos y activarnos hacia los cambios que hoy nos enseñan las economías emergentes (Brics) [...]'

Vladimir Ilich Ulianov, ‘Lenin', en 1916, escribió ‘El Imperialismo, fase superior del Capitalismo', donde, de manera admirable, deduce que el imperialismo es la fase del capitalismo parasitario, putrefacto y moribundo; curso que lleva hasta los últimos límites la contradicción entre trabajo y el capital, esencialmente entre los diversos Estados imperialistas y los países dependientes. La desigualdad del desarrollo conduce, con el tiempo, a una violenta ruptura del equilibrio dentro del sistema mundial del capitalismo, a la agudización de las contradicciones y al debilitamiento mutuo de los países enemigos. A la luz de hoy, a 102 años de la publicación de Lenin, vemos tambalear al imperio norteamericano, vemos a un Donald Trump indignado e impaciente, enfrentando sus últimas crisis ante la dinámica poderosa de los chinos, rusos, UE y los Brics. Incluso Spiegel lo llama ‘el hombre más peligroso del mundo', al imaginárselo con el dedo sobre el botón de las ojivas nucleares.

Hoy, al leer sobre las nuevas imposiciones de Trump al cobrar al acero importado un 25 % adicional y otro 10 % al aluminio, entiendo que desaten incertidumbres en la UE, China, Brics y Rusia, países que sabrán cómo enfrentar estas barreras comerciales de EE.UU. A pesar de las grandes campañas de propaganda dirigidas a denunciar la ficticia ‘injerencia de Rusia en las elecciones de Estados Unidos', la supuesta ‘amenazada nuclear' que representa Corea del Norte, el falso ‘apoyo al terrorismo' por parte de Irán, o la crisis que sufre la población civil en Venezuela, sigue flaqueando el poder norteamericano. China se ve fuerte, Rusia lucha por ser líder del cambio, mientras que los Brics y UE tratan de aliarse con el futuro ganador.

Tanto Rusia como China y la UE se la juegan con la ‘Ruta de la Seda', porque así el comercio y el mercado superan la amenaza militar norteamericana. Además, tanto los rusos como los chinos, en sus últimos desfiles militares le han mostrado al mundo un poder tecnológico bélico insuperable, que sobrepasa al desafío norteamericano. Los dos, China y Rusia, unidos en una alianza estratégica, rompen el dominio hegemónico norteamericano; esencialmente al mantener el dominio en el mar de China meridional, controlando así las reservas de petróleo y gas natural que hay en ese subsuelo.

Sin embargo, tal como opina el director de la CIA, ‘China representa una amenaza mayor que Rusia (...) China está socavando el orden internacional dirigido por Estados Unidos'. China maneja una economía socialista, con un PIB producido principalmente por empresas del Estado que monopolizan los sectores estratégicos; sin embargo, el Gobierno permite la existencia de empresas privadas en sectores acotados; a esta forma de economía la denomina ‘economía de mercado socialista'. Hoy es la segunda economía más grande del mundo en términos de producto interior bruto nominal? y la mayor economía del mundo en paridad de poder adquisitivo. Es el país de más rápido crecimiento económico desde la década de 1980, con un promedio de crecimiento anual del 10 %. Si miramos a Rusia, encontramos mucha similitud con China Popular, ha experimentado cambios significativos desde el colapso de la URSS, pasando de ser un país con una economía aislada y de planificación centralizada a tener una economía globalmente integrada, es un mercado singular que, por un lado, se basa en la exportación de recursos y bienes de consumo y por otro lado, tiene una gran experiencia en sectores tecnológicos como la industria aeroespacial, la energía atómica y los complejos militares e industriales. Sigue el dominio del Partido Comunista y su economía socialista. Para este año, deben asegurar un crecimiento anual del 5 %, mejorar la base tecnológica y la infraestructura de las instituciones sociales y gubernamentales, se ha preparado frente a los desafíos que se dan en la economía mundial, la nueva evolución tecnológica y ante los cambios en el balance energético internacional, debido al aumento del desarrollo de yacimientos de gas de esquisto. Deberá enfrentar la ralentización de las exportaciones del gas natural y petróleo.

Todo este panorama nos indica que las sanciones económicas y las amenazas lanzadas por Trump contra Rusia, China, UE y los Brics, no les resultan útiles, sino que fortalecen y cohesionan a sus enemigos políticos y económicos. Estas desesperadas acciones demuestran la impotencia que sienten al no poder revertir el cambio que se está produciendo en la estructura del poder capitalista a nivel global y el paso que se está fraguando por nuevos sistemas económicos no capitalistas.

A todo esto, Panamá fortalece sus lazos diplomáticos con China Popular, sin embargo, su política interna/externa sigue adherida a los planteamientos hegemónico norteamericano; no abrimos caminos con la economía rusa, estamos abandonados por la UE y menospreciamos a los Brics. No podemos perder nuestra visión mundial, donde se perfilan cambios dinámicos al desplomarse el poder norteamericano y enrumbarnos hacia poderes nuevos del socialismo mixto/moderno, donde nuestra interregionalización con nuestros hermanos latinoamericanos es fundamental, si queremos entrar bien en los nuevos umbrales de la economía mundial.

Hay que aprender ruso y mandarín, conocer su ámbito cultural, económico y político, allí puede estar el ascensor que necesitamos para llegar a mejores caminos de bienestar social. Pero para eso se necesita un Gobierno progresista, soberano, anticorrupción y sobre todo con aceptación popular; vamos al torneo electoral del 2019 y no percibimos una alternativa confiable. Tenemos que liar los bártulos y activarnos hacia los cambios que hoy nos enseñan las economías emergentes (Brics), no podemos seguir agachados ante las imposiciones norteamericanas, sea a nivel nacional o internacional; somos más que un canal interoceánico, así lo requiere el pueblo panameño y llegó la hora de cumplirle.

ECONOMISTA

‘[...] tal como opina el director de la CIA, ‘China representa una amenaza mayor que Rusia (...) China está socavando el orden internacional dirigido por Estados Unidos'

‘[...] las sanciones económicas y las amenazas lanzadas por Trump contra Rusia, China, UE y los Brics, no les resultan útiles, sino que fortalecen y cohesionan a sus enemigos [...]'

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