• 04/12/2018 01:02

La búsqueda de la paz requiere una política exterior emprendedora

Esta semana en Estambul se celebrarán dos conferencias internacionales sobre la mediación, separadas, pero relacionadas.

Esta semana en Estambul se celebrarán dos conferencias internacionales sobre la mediación, separadas, pero relacionadas. Una se dedicará al estado de la situación actual en el mapa del conflicto y la capacidad de mediación de los miembros de la Organización para la Cooperación Islámica (OIC). La segunda adoptará un amplio alcance y se discutirán las conexiones entre el desarrollo sostenible, la paz y la mediación; las formas de aumentar la inclusión del género y de la juventud en los procesos de mediación; y asimismo se celebrará una sesión de reflexión sobre el papel de los grandes datos y la inteligencia artificial en el análisis de los conflictos y la mediación. Puede pensarse que al fin y al cabo las conferencias son conferencias, pero las Conferencias de Mediación de Estambul han demostrado ser bastante influyentes para cultivar una comprensión compartida de los problemas y una agenda para la acción en el campo de la mediación y la resolución pacífica de los conflictos. Como anfitrión de estas conferencias y el único país que copreside los Grupos de los Amigos de la Mediación en tres organizaciones internacionales importantes, a saber, las Naciones Unidas, la OCI y la OSCE, Turquía tiene la capacidad de compartir los resultados de estas conferencias en estas organizaciones internacionales.

El hecho es que la humanidad se enfrenta a un marcado desafío en el siglo XXI. Justo cuando muchas personas pensaron que el vaso está medio lleno en términos de los logros del derecho internacional, las instituciones, la democracia y el Estado de derecho, la rendición de cuentas, el libre comercio, la igualdad de género y otros, la mitad vacía del vaso comenzó a reafirmarse. Los síntomas son conocidos por todos nosotros y no es necesario recordarlos. Las guerras comerciales, las nuevas formas de explotación internacional, las competiciones geopolíticas, las guerras por procuración de las grandes potencias, los Estados nacionales desintegrados, el terrorismo, la xenofobia, la animosidad contra el Islam, las desigualdades virulentas y la injusticia se encuentran entre las tendencias contemporáneas que conforman el vaso medio vacío. Los desafíos de la humanidad están destruyendo los logros y las oportunidades de la humanidad. ¿Cuál lado prevalecerá? La respuesta depende de cómo respondemos a los desafíos, incluso de cuánto nosotros, los seres humanos, podemos trabajar juntos para lograr resultados positivos. Un punto es claro: a menos que tomemos la iniciativa y seamos emprendedores y humanitarios, prevalecerá lo malo. La actitud de esperar y ver ya no es sostenible. Las opciones de política difieren desde la mediación, al uso real de la fuerza contra los terroristas.

Tomemos por ejemplo la situación en Siria. El enfoque emprendedor y humanitario de Turquía despejó un total de cuatro mil kilómetros cuadrados de dos organizaciones terroristas, Daesh y PKK/PYD/YPG. Si no hubiéramos intervenido, nuestro pueblo habría estado bajo un ataque continuo de estos terroristas y una solución política a la tragedia de Siria hubiera sido inalcanzable. Turquía está haciendo todo lo posible para aliviar el sufrimiento humanitario, albergando al mayor número de refugiados en todo el mundo, gastando más que la economía más grande del mundo como el principal contribuyente de ayuda humanitaria a nivel mundial. Turquía también está negociando acuerdos que salvan decenas, sino cientos de miles de vidas y promueven una solución política basada en la integridad territorial del país vecino Siria.

He dado el ejemplo de Siria por una razón. Siria nos demuestra una vez más que la prevención es importante, porque una vez que el fuego del conflicto envuelve a una nación, lo único que sigue siendo previsible es que habrá consecuencias impredecibles en ese Estado. Una generación de ciudadanos se desperdiciará de una manera u otra; el futuro también será sombrío. Todos, incluidos aquellos que se encuentran a miles de kilómetros de distancia, sufrirán, ya sea en forma de una amenaza terrorista, una conmoción económica, la migración irregular o una conciencia humana herida.

Si la prevención y la resolución pacífica de los conflictos son de suma importancia, debemos tomarlos en serio. Esta apreciación está impulsando los esfuerzos de Turquía en el campo de la mediación, como copresidente de los grupos de mediación de la ONU, la OSCE y la OCI y el anfitrión de un programa de capacitación de mediación para el desarrollo de capacidades y las dos conferencias de mediación que organizaremos en Estambul esta semana.

EL AUTOR ES MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES DE LA REPÚBLICA DE TURQUÍA.

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