Llegó el momento de tomar rumbo

Pasados los carnavales, terminada la veda electoral y en distintos foros, entrevistas y exposiciones públicas, todos los candidatos presidenciales le han presentado ampliamente a la ciudadanía su visión frente a los problemas que confrontan el país y cómo se enfrentarán a estos para darles solución. El pueblo conoce perfectamente bien la posición de cada quien.

Es hora, pues, de definirse políticamente. Manifiesto, con sinceridad, que no puedo ser imparcial en estas elecciones. Me une a Nito Cortizo una vieja amistad. Cortizo inició su carrera política en el Partido Solidaridad, del cual, en esos años, yo era su presidente; por eso lo conozco muy bien y sé que es poseedor de muy buenas cualidades; es un hombre bueno y capaz de enfrentar con éxito a situaciones difíciles.

En un país donde nadie renuncia, él lo hizo de su ministerio, cuando tuvo diferencias insuperables con el presidente de la República, quien, además era su buen amigo.

Sin tener ningún problema personal conmigo ni tampoco con el Partido Solidaridad, Nito decidió, por razones muy propias, cambiar su carrera política al PRD. Sin embargo, nuestra amistad personal, que ya había traspasado lo político, no se afectó por ello.

A pesar de mi simpatía por Nito, tengo, con honestidad, que declarar que me ha gustado mucho los planteamientos que ha venido haciendo desde hace meses el candidato independiente, Sr. Ricardo Lombana. Le aseguro un excelente futuro político.

Nito Cortizo de llegar, como creo, a la Presidencia de la República va a tener que hacer, con gran habilidad y tacto, distancia de algunos miembros de su partido cuya cercanía le afectaría mucho, pues la reputación en cuanto a la honestidad que tienen es muy dudosa. Él puede, con facilidad, reemplazar esas unidades (afortunadamente para él no son muchas) con varios de los muchos talentos que tiene el PRD que son personas respetadas, honorables y con reconocida capacidad.

Nito Cortizo, que cada vez más aumenta su ventaja en todas las encuestas, tiene planes concretos para combatir los muchísimos problemas que deja como herencia el actual Gobierno, entre ellos: la politización de la justicia, la selectividad en las investigaciones que hace la Procuraduría sobre los casos de corrupción de Odebrecht y otras compañías; la deuda pública que asciende a $25 mil millones, según cifras oficiales, hay que agregarle a esa —que lo tienen oculto— lo que se debe de Tocumen, la autopista y los ‘llave en mano', entre otros. Cifras astronómicas que obligan al nuevo Gobierno a renegociar las obligaciones financieras del país, como uno de sus primeros actos. También el alto costo de la vida; el creciente desempleo (a pesar de la elevada planilla oficial y de la Asamblea que ya no soporta una ‘botella' más); la alta criminalidad; la militarización de la policía con exageradísimo número de comisionados; y grandes e interminables beneficios (envidiables salarios y muchas prebendas); la escasez de agua, exceso de basura, etc. Además, existen también importantes asuntos que el Gobierno dejó pendientes, como las reformas al Seguro Social y a la Constitución Nacional que tendrá que atender prioritariamente el nuevo Gobierno.

Nito ha demostrado mucha madurez frente a los ataques de que ha sido objeto por varios de sus adversarios. Con una serenidad que me imagino que lo hace tener presente el dicho popular: ‘Árbol que no da frutos, nadie le tira piedra'.

Pensamiento: ‘A nuestros oponentes políticos les ofrezco un trato: si ellos dejan de mentir sobre nosotros, yo dejaré de decir la verdad sobre ellos', Adlai Stevenson (dos veces candidatos presidencial en EE.UU. y un gran intelectual). Adlai Stevenson vino a Panamá; don Ernesto De la Guardia lo recibió en el Palacio Presidencial y declaró a la prensa su posición muy favorable a la soberanía de nuestro país en la Zona del Canal y criticó a los zonians , a quienes calificó como una colonia llena de privilegios.

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