Concesionaria Madden Colón llevó a cabo un simulacro de accidente sobre la autopista como fase final del Curso de Formación de Brigadas de Emergencias,...
- 22/09/2019 07:00
Seguridad en dictadura
Hace poco, escuché, en un programa de TV, cuestionar el toque de queda y retenes, porque representaban métodos de la antigua dictadura militar. Se referían específicamente a un decreto alcaldicio, generado en el principal distrito de la provincia de Colón. Aunque con algunas inquietudes de valor, se cayó en cierta imprecisión, porque la medida es acción de saneamiento y prevención que data mucho antes de 1968. La misma tenía como finalidad prohibir el deambular y la vagancia de menores de edad durante altas horas nocturnas en sitios y lugares muy definidos de la época.
Aunque era una alternativa para prevenir y reprimir presuntos actos delictivos, los mismos se daban con poca frecuencia. Para tal fin se adoptaban métodos como rondas y redadas policiales. Tales acciones no solo resultaban efectivas, sino que lograban resultados de forma expedita. Contundente ejemplo de ello fue la instrucción del presidente Marco Aurelio Robles 1964-1968 (Marcos Rifle), al ordenar a los carabineros de la Guardia Nacional salir a custodiar las calles, con orden de disparar a matar delincuentes detectados infraganti.
(Abro paréntesis sobre la realidad del 11 de octubre de 1968, recomiendo investigar antecedentes prolijamente. Imperativo analizar a profundidad y con objetividad, seis etapas del acontecimiento histórico que cercenó la presunta democracia panameña. Me refiero al periodo 11 octubre 1968, a 14 diciembre 1969. ¿Golpe y sublevación gorilezca? 15 diciembre 1969 a octubre 1972, retorno y consolidación liderazgo de OTH. Octubre 1972 a 1978, Nueva Constitución y Jefatura de Gobierno del general Omar Torrijos Herrera. Octubre 1978 a 31 julio de 1981, repliegue y muerte de Omar Torrijos. 31 julio 1982, derrocamiento del presidente Arístides Royo. 1978-1984 (Gargantazo). Periodo del 31 julio 1982 hasta el 20 de diciembre de 1989, inestabilidad política y revueltas internas en la Guardia Nacional que culminan con la invasión a Panamá. Creo que caer en conductas sesgadas o mitómanas, resulta inapropiado y deshonesto. Imposible ocultar que el país creció y se desarrolló positivamente en beneficio de sectores marginados y la colectividad en general. Cierro paréntesis).
Durante el “régimen dictatorial”, el Departamento Nacional de Investigaciones, DENI, componente civil, y el G2, inteligencia militar de la Guardia Nacional, trabajaban de forma mancomunada para repeler y combatir el crimen organizado. Métodos de profilaxis social y represión a actividades delictivas eran reprimidas ipso facto. Quienes optaran por delinquir en secuestro, difícilmente lograban éxito en el propósito. Su osadía era condena a muerte segura. Conatos de venta de droga en escuelas o colegios, eran identificados y erradicados rápidamente. Agentes disfrazados de estudiantes eran los encargados de la efectiva labor.
En el combate a la delincuencia común, la acción policial utilizaba ingenio y creatividad. Los puntos y áreas críticas, eran vigiladas y supervisados en horas y fechas de mayor vulnerabilidad. Para ello su camuflaje era vestir de paisano, ropa civil. Dentro del colectivo y recurso humano policial, existía un ambiente de mística y compromiso en la tarea. En mente de autoridades no cabía excusa o impedimento, de estar libre o fuera de servicio.
Cabe señalar que la presencia policial en las calles era 24/7. Retenes solo en casos excepcionales. En reemplazo existían garitas de control que mantenían permanente comunicación y vigilancia.
Realmente no veo ninguna razón para que la institución hoy trate de justificarse o maquillar cifras o estadísticas que no son sustentables frente al sentir y padecimiento de la población. Urge una reformulación en cronograma e itinerario en labor profesional. Diagnósticos y base de datos suministran la información necesaria para actuar con premura y eficacia. Las herramientas tecnológicas y convencionales deben utilizarse maximizando rendimiento y esfuerzo.
Cuando se quiere se puede. No se puede soslayar que el éxito y logro en la tarea es responsabilidad integral. Actos de corrupción, abuso de autoridad e impunidad en la Justicia son ingredientes nocivos. El buen ejemplo de autoridades gobernantes es factor sustancial y fundamental para cristalizar de manera tangible, el espíritu y objetivo de una magna aspiración: la seguridad ciudadana.