Xenofobia

El diccionario de la Lengua Española al referirse a la xenofobia dice: “Odio, repugnancia u hostilidad hacia los extranjeros”.

Lamentablemente, en Panamá se ha ido fomentando la xenofobia, aduciendo para ello que se están protegiendo las fuentes de trabajo. Esto ha tomado fuerza, en pequeños grupos, por las declaraciones muy reiteradas de una diputada. Su postura, muy polémica, ha tenido también varias personas que se han opuesto a su posición.

Indudablemente que algunos empresarios, con el dólar en el alma, se aprovechan de la desdicha de inmigrantes que buscan refugio en nuestro suelo para darle trabajo y desplazar a los panameños. Esos trabajos los realizan en condiciones salariales muy inferiores a las que ningún compatriota podría aceptar. No pareciera que es culpa del extranjero que, en su desesperación, acepta cualquier condición que se le presente con tal de trabajar, sino de ese empresario desalmado. Sepamos diferenciar bien las cosas. En Panamá hay talento y extranjeros con grandes necesidades, así como empresarios sin conciencia. Y, también, los desafortunados que son aprovechados en su desdicha.

Todos los países están a la caza de esos talentos. Como ejemplo tenemos a los EE. UU. que no hubieran podido tener la bomba atómica, sino muchos años después; la pueden lograr al obtener la colaboración de científicos alemanes al perder estos la guerra. Tampoco hubieran podido lograr la vacuna contra el polio que estaba devastando a la juventud de ese país (una de las víctimas fue Franklyn D. Roosevelt), si el Dr. Salk no hubiera descubierto la vacuna.

Panamá se ha beneficiado muchísimo con el talento foráneo. Ejemplo de ello lo tenemos en la educación con la participación de prestigiosos educadores españoles. El arte, la ciencia y la fotografía permitieron que nuestro país se fuera desarrollando con talento foráneo que llegó a nuestras playas. Los deportes también se han beneficiado mucho con técnicos de otras regiones que pudimos traer a nuestra tierra.

Los hombres y mujeres talentosas son buscados en todas las latitudes por los países que sienten que tienen la obligación con el futuro de desarrollarse.

Pensamientos de ilustres hombres:

“El talentoso puede soportar la fuerza bruta, pero la razón bruta es completamente intolerable”, Oscar Wilde.

“El hombre talentoso debe preocuparse más de lo que piensa la gente de él”, Aristóteles.

“El genio hace lo que debe y el talento lo que puede”, Lytton.

“Es más fácil ser un genio talentoso que tener sentido común”, Benavente.

“Los más grandes talentos comienzan a vivir cuando mueren”, Benavente.